En bandeja para pasar facturas - los oraculos de siempre
Miércoles, 17 de Septiembre de 2008
ECONOMIA › CRISTINA REPROCHO A LOS CRITICOS Y DESTACO LA FORTALEZA ARGENTINA
En bandeja para pasar facturas
La Presidenta y el ministro de Economía repasaron los logros del plan económico y su solidez para enfrentar la crisis externa. “Hablan del riesgo de los argentinos, pero nunca de ellos, que se derrumban”, cuestionó Cristina.
Mientras que la crisis financiera golpea duro a los países centrales, los efectos sobre los mercados emergentes son todavía inciertos. La presidenta Cristina Fernández y el ministro de Economía, Carlos Fernández, aseguraron ayer que el país está mejor preparado que en el pasado para enfrentar una crisis externa de este tipo. “El Primer Mundo que nos pintaban como la meca se cae como una burbuja”, sostuvo la Presidenta. Para el ministro de Economía, los pilares que tiene el país para enfrentar la crisis son “el ahorro interno, el nivel de exportaciones y el manejo prudente de las cuentas públicas”.
En un acto en el que se firmó un contrato para la puesta en marcha del tendido de la línea de energía eléctrica que unirá el NOA y el NEA, la Presidenta advirtió que no hay que preocuparse por los que “hablan del riesgo de nosotros, de los argentinos, pero nunca lo hacen del riesgo de Lehman Brothers y Merrill Lynch, nadie habla de ellos, que se derrumban”. En su discurso, la Presidenta adelantó las cifras superávit comercial, que llegó en agosto al record de 2244,9 millones de dólares (ver aparte). “No es que no tengamos problemas ni que las cuestiones que suceden en el mundo no nos lleguen”, afirmó la Presidenta, pero “haber desarrollado un (plan con) diseño propio, con nuestros intereses, es lo que nos ayudará a capear el temporal”.
“Hay que avivarse, argentinos, sobre cómo es esto de los intereses de un país y los que no son del país. Hay que ser cada vez más racionales para valorarnos a nosotros mismos”, instó Cristina. “No se trata de tener un ataque de patriotismo, simplemente de ser más inteligentes, más racionales, y también cada vez más argentinos para valorar lo que tenemos”, exhortó.
El titular de la cartera de Economía, en tanto, consideró que la crisis financiera se debe en parte a “las fallas de mercado y la falta de regulación”. Fernández sostuvo que, a diferencia de las crisis de los ’90, “en términos de magnitud fueron menos importantes que la actual, pero que repercutían muy fuerte en nuestro país”, este episodio encuentra a la economía argentina en una posición sólida. “No es por casualidad”, remarcó, frente a los ataques de consultores de la city y economistas de bancos de inversión extranjeros, como Guillermo Mondino, del caído Lehman Brothers, que repiten que Argentina se encuentra en una supuesta posición de debilidad. El ministro recordó que en los ’90 “todo dependía del ingreso de capitales y del endeudamiento externo”, pero a partir de 2003 “cambió el esquema económico y la tasa de crecimiento del PBI promedió en el período 20032007 un 8,8 por ciento anual”.
Carlos Fernández sostuvo en la inauguración del VII Salón Internacional de Alimentos y Bebidas del Mercosur y las V jornadas de la Asociación de Supermercados Unidos que el “manejo prudente” de la actividad económica generó un superávit primario de 3 por ciento del PBI, acompañado por un superávit comercial sustentado en un tipo de cambio competitivo y estable. “Ratificamos nuestra estrategia de manejo prudente y responsable de las finanzas públicas”, enfatizó. Además, Fernández destacó que el comportamiento de la balanza comercial permitió al Gobierno llevar adelante “la otra pata de la estrategia económica, una fuerte acumulación de divisas en las reservas internacionales del Banco Central” y recordó a los empresarios presentes cómo “hace pocos meses el Gobierno tuvo que utilizarlas para cubrir algún intento de corrida sobre el tipo de cambio”.
Para el 2008 sostuvo que la previsión de superávit comercial ronda los 12 mil millones de dólares y apuntó que “en todo este período Argentina ha diversificado y ampliado la cantidad de países hacia los cuales exporta, y también diversificado los productos de exportación”. “El abanico de exportación es mucho más grande, lo cual cubre caídas de precios de algunos productos y también la cantidad de países hacia los cuales van productos argentinos es mucho más grande, con lo cual cubre el hecho de que algún país deje de comprar”, explicó el ministro.
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-111731-2008-09-17.html
ver más abajo discurso completo de Cristina
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Miércoles 17.09.2008 (actualizado a las 00:00)
Joaquín Morales Solá Ver perfil
El análisis
Un cálculo prematuro y erróneo de Cristina
Por Joaquín Morales Solá Para LA NACION
Noticias de Exterior: anterior siguiente Miércoles 17 de setiembre de 2008 Publicado en edición impresa
En un brillante ejercicio de inmodesto argentinismo, Cristina Kirchner dijo ayer que el Primer Mundo se desploma como una burbuja, mientras que su país sigue firme.
En todo caso, el mundo que se desploma se lleva también las condiciones internacionales del paraíso en el que vivió el kirchnerismo. Lo mejor ya pasó para el Gobierno, y ése es un problema que tendrá ramificaciones económicas y políticas. El célebre viento de cola que ayudó a la reconstrucción de la economía local en los últimos cinco años se ha frenado en seco.
Las nuevas circunstancias del mundo sorprenden a la Casa Rosada con gran parte de las asignaturas de la economía local postergadas o incumplidas. Creyentes fanáticos del Estado capitalista, los Kirchner no promovieron las inversiones privadas, sean éstas nacionales o extranjeras. Y no lo hicieron cuando la economía crecía al ritmo de tasas chinas, al 8 o 9% anual. Ahora, las inversiones en el mundo se rezagarán como consecuencia de la falta de crédito y de la escasa confianza en la marcha de las finanzas internacionales. En adelante, la Argentina no figurará, más que nunca, en el radar de los inversores.
Hay taxis del Primer Mundo que ya no usan aire acondicionado por el alto precio del combustible. Los argentinos seguimos abriendo la ventana para regular la calefacción o la refrigeración. El Estado no ha dejado de subsidiar el consumo de energía, sobre todo el de los sectores medios y altos de la sociedad. Pero ésos son los despilfarros inexplicables que no sólo deberán concluir, sino que han hecho de los años pasados una oportunidad perdida.
El mundo no saldrá de su actual crisis (y todavía no se sabe cómo ni cuándo) sin otra importante caída en los precios de las commodities. Estados Unidos, Europa y Japón están técnicamente en recesión, aunque falta aún que se cumplan los requisitos de la permanencia del fenómeno para llamarla definitivamente recesión. ¿Podrá China seguir creciendo a tasas cercanas al 10% anual cuando sus principales clientes en el mundo han dejado de comprar? Una desaceleración en China producirá automáticamente una caída en el precio de las materias primas, sean éstas soja, trigo, maíz y hasta petróleo. China ha hecho muchos milagros económicos, pero no se ha dado todavía el lujo de trasladar su inmensa geografía a otro planeta.
El presupuesto argentino prevé un superávit de la balanza comercial para el próximo año de 12.000 millones de dólares. Si se registrara una baja del 20 por ciento en el precio de las materias primas (y esa cifra es previsible para los especialistas), el volumen previsto del superávit desaparecería casi totalmente.
¿Por qué es previsible? La historia es maestra de ejemplos: la crisis de 1929 fue una crisis financiera, como la actual, pero desató la del año siguiente, la de 1930, que fue una intensa crisis de recesión de la economía real. En el curso de 2009 podrían vivirse, por lo tanto, las consecuencias palpables de las actuales y estrepitosas caídas de los bancos más pintados del mundo.
El Gobierno previó otra vez en su proyecto de presupuesto un crecimiento de la economía durante el año próximo del 4 por ciento. Podría ser la vieja treta de prever una cifra muy inferior a la real, para disponer luego libremente de los recursos extraordinarios que dejaría un crecimiento mayor. Es lo que hicieron, y lo que sucedió, en los últimos cinco años. Esta vez, sin embargo, el Gobierno podría pecar de optimismo y no de un falso pesimismo.
Economistas serios aseguran que sólo una mezcla de suerte y destreza podría colocar el crecimiento de la economía en el 4 por ciento durante el año próximo. La falta de inversión privada, los férreos límites del Estado capitalista para seguir invirtiendo, la caída de los ingresos por las exportaciones y una sociedad menos confiada en los números de la economía producirían esa fuerte desaceleración. El 4 por ciento de crecimiento es un número simpático para cualquier país del Primer Mundo en las actuales circunstancias, pero la sociedad argentina, que viene de vivir la certidumbre de la bonanza económica, sentirá en los hechos los efectos de una fuerte retracción.
La única secuela que la Argentina no sufrirá es la de la falta de crédito internacional, porque directamente no tenía crédito antes de que se desatara la crisis internacional. Ultimamente había hecho gestos dirigidos a reinstalarse en los mercados financieros internacionales, pero llegó tarde. La marea de la crisis se llevó los gestos y las intenciones. Después del amigable gesto de Hugo Chávez de cobrarle el triple del valor de las tasas que cobra el Fondo Monetario Internacional, el gobierno argentino ya no tendrá atajos: será su Estado, el superávit fiscal, el único que deberá afrontar los importantes vencimientos de la deuda en los próximos dos años. La política de subsidiar servicios públicos concluirá en los próximos días.
Fórmula fracasada
Sabe a extravagante que en medio de semejante vendaval la economía local siga virtualmente en manos de Guillermo Moreno y carezca, al mismo tiempo, de una brújula creíble, como lo fue en otros tiempos el Indec. ¿Qué lleva al Gobierno a persistir obstinadamente en esa fórmula que ya probó su fracaso? "La terquedad. No hay otra explicación", señaló un dirigente muy cercano a la cima del kirchnerismo.
Dentro de un año, quizás cuando puedan verse con más precisión las consecuencias locales de la crisis financiera y económica internacional, el Gobierno deberá enfrentar las elecciones de mitad de mandato. Anunciar a la ciudad y al mundo que la Argentina es inmune al profundo conflicto internacional, como hizo ayer la Presidenta, puede resultar prematuro y erróneo. El mundo, la política y la economía se mezclan de manera condenada en estos tiempos de globalizaciones para dejar atrás un paraíso perdido.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1050736
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Acto en el Colegio Nacional de La Plata
martes, 16 de septiembre de 2008
PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL COLEGIO NACIONAL DE LA PLATA
16-09-2008PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACION, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL COLEGIO NACIONAL DE LA PLATA
Buenos días a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia; señor Intendente; querido Gustavo, Rector de este querido Colegio Nacional; amigos y amigas; viejos compañeros y viejas compañeras: quiero decirles una obviedad, hoy es un día de mucha emoción y de muchos recuerdos. La última vez que estuve aquí en el Colegio Nacional fue en el año `74; Gisel, mi hermana, no llegaba, ella venía de mañana al colegio, eran las 3, las 4 y mi papá empezó a preguntar ¿dónde está tu hermana? No sé, yo sabía dónde estaba, había una toma acá en el colegio ese día, eran años muy difíciles, años de mucha lucha. Finalmente escuchó por la radio que el colegio estaba tomado y dijo: "tu hermana está ahí, yo la voy a buscar". Yo dije: "no, es un papelón que este hombre caiga en medio de la toma del Colegio a buscarla a mi hermana", así que me subí con él al auto y vine acá. Me acuerdo que estaba la policía montada afuera, entré por el costado caminando y me acerqué acá al viejo portón. Ya había terminado la toma y mi hermana se había ido a casa hacía unos instantes, pero me acuerdo que fue la última vez que traspuse ese portón y que vine acá. Realmente han pasado muchas cosas, todas las que contó Gustavo; recuerdo todavía a Claudio cuando venía a casa; lo volví a encontrar muy lejos de acá, su nombre en un bosque de la memoria cerca de Jerusalén; allí me enteré que su madre era judía y que por eso figuraba y lo recordaban también en ese parque de la memoria; muchas cosas, señales, coincidencias.
Vengo recién de otro lugar también emblemático aquí en La Plata, el Hospital de Niños y justo ahí me encontré con la hermana de crianza de Joaquín, el compañero de Adela Segarra, otra alumna de esta casa. No sé si estará Adela por ahí, si habrá venido. ¡Hola Adela cómo estás! Me encontré con Nené, una hermana de crianza de Joaquín que estaba en el Hospital de Niños. Nada que ver pero todo que ver. Es como que todo los pedazos vuelven a juntarse unos con los otros y podemos volver a construir un país, sueños e ilusiones.
La reconstrucción de este colegio, no es una obra arquitectónica, no es la reparación de un monumento histórico construido hace 100 años. Es algo más, es la reparación de nuestra propia memoria, de nuestros propios recuerdos por los que no están, en esta noche también aniversario de la Noche de los Lápices. Pero no es un día de tristeza, no tiene que ser de tristeza, al contrario, tiene que ser de alegría, porque en aquellas épocas duras, de enfrentamientos, había también alegría; alegría porque se quería cambiar un mundo y una sociedad a la que vivíamos como injusta.
Por eso digo que esta obra que estamos inaugurando hoy es la reparación de esos sueños. Y nos encuentra en un momento muy particular de nuestro país y del continente.
Hoy Gustavo recordaba que estuve ayer en Santiago de Chile, en La Moneda. Ayer pude asistir también allí, nos mostraba la presidenta Bachellet cómo reconstruyeron el escritorio íntegro de Salvador Allende y el sillón en el que él murió. (APLAUSOS). Me acordé en ese instante de otro 11 de septiembre aquí en La Plata, 11 de septiembre de 1973, te tenés que acordar Emilse vos también, fue una de las movilizaciones más grandes que se hizo al otro día, el 12, en repudio al golpe militar.
Entonces uno va juntando memoria, va juntando recuerdos, va juntando experiencia y junto a esas experiencia viene lo que planteaba recién Gustavo, la actitud positiva y diferente de construcción, de una construcción que hoy nos permite decir con orgullo que vamos a destinar a la educación por la que siempre peleamos, con la que siempre soñamos y con la que nos hicieron de la manera que nosotros somos, poder destinar la mayor cifra que nunca se destinó en toda la historia de la República Argentina a nuestras universidades, a nuestros colegios, a los sueldos de nuestros educadores universitarios. (APLAUSOS)
Y junto al trabajo recuperamos la educación; la educación y el trabajo que son los dos instrumentos por los cuales una sociedad cambia, por los cuales una sociedad crece.
Hoy también es otro aniversario, tal vez para algunos un poco más de un sector, 16 de septiembre de 1955, hace 53 años del derrocamiento. Son cosas que todavía muchas veces separan, pero yo me quedo con el discurso que una vez pronunció Estela de Carlotto en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno cuando se recordó otro 16 de septiembre. Ella contó que era antiperonista en septiembre de aquel `55, que como tantos otros argentinos ese día estuvo contenta, y que cuando pasó el tiempo se dio cuenta que se había equivocado, porque se piense como se piense y se esté en el lugar que se esté nunca se puede celebrar cuando cae un gobierno democrático, elegido por el pueblo, aunque ese gobierno no sea el nuestro, el que hayamos votado, aunque no nos guste. (Aplausos)
Por eso me atrevo a juntar todo en esta mañana, el 16 de septiembre de los chicos de La Noche de los Lápices, el 16 de septiembre de aquel peronismo, y tal vez, aunque no todos lo veamos, haya un hilo conductor entre todo eso, porque cuando en las sociedades no se respeta libremente la expresión de los otros, cuando se cree que solamente por tener una posición económica o una posición de elite hay que predominar o dominar al conjunto, creo que es ahí cuando las sociedades comienzan a equivocarse, cuando pierden sus formas democráticas. Democracia no es solamente votar cada dos o cuatro años, democracia es fundamentalmente aceptar al otro con las diferencias, con los errores y con los aciertos.
Por eso este 16 de septiembre es un 16 de septiembre diferente, de optimismo, de alegría, de recuperación, de construcción, porque además estoy absolutamente segura de que ellos querrían tener también un país como el que hoy empezamos a construir entre todos. Por esas cosas, por el acceso a la educación, por la movilidad social, porque la educación sea un derecho para todos y el trabajo también, es por lo que luchábamos, y creo que siempre seguiremos luchando.
Hoy quiero agradecer a Gustavo, el Rector del Colegio Nacional, por ese empecinamiento, esa perseverancia en la recuperación de este colegio que es emblemático para los platenses y para los argentinos, para todos aquellos que concebimos a la educación, a la excelencia, como un objetivo a lograr por todos.
Yo quiero convocarlos a todos en este día de fuerte connotación nacional, local y hoy regional, con las cosas que pasan en la región, a unirnos muy fuerte para defender principios de libertad, principios de democracia, principios de educación, de trabajo, de construcción, por la positiva, por vivir para adelante, por eludir el agravio y la descalificación. En todo caso confrontar ideas y argumentos, pero nunca más confrontar insultos, agravios o descalificaciones, porque el mejor homenaje que les podemos hacer a esos jóvenes que hoy estas aulas llevan sus nombres, es eso, la lucha con la idea y con el argumento, fundamentalmente con las ideas, nunca más con el agravio o el enfrentamiento.
Creo argentinos que estamos en un momento de profunda introspección de nosotros mismos, viendo cómo ese mundo, ese primer mundo que nos habían pintado en algún momento como la meca a la que debíamos llegar, se derrumba como una burbuja. Y aquí nosotros, modestos y humildes los argentinos, con nuestro proyecto nacional, con nuestro construir con nuestros propios esfuerzos, con la acumulación de nuestras reservas, con la construcción de un modelo industrial, de acumulación de trabajo, de educación, aquí estamos, en medio de la marejada, firmes, como este colegio, reconstruidos y dispuestos a seguir enfrentando como siempre el presente y el futuro.
Muchas gracias a todos ustedes por haber esperado tanto tiempo y gracias a los alumnos, a los padres, a los compañeros, a las madres, a las abuelas, a todos los que siguen creyendo que la Argentina es nuestra casa y nuestra mejor casa.
http://www.casarosada.gov.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=4981&Itemid=66
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Miércoles, 17 de Septiembre de 2008
“Pregúntenle a Bush”
“Vayan a preguntarle a Bush”, contestó sin medias tintas el presidente brasileño, Lula da Silva, cuando lo consultaron por las consecuencias en Brasil de la crisis financiera. “Hasta ahora no”, agregó respecto de si se notaban efectos internos de la turbulencia internacional. Los periodistas lo abordaron después de su encuentro con el primer ministro noruego en el palacio presidencial de Brasilia. Lula dijo que las consultas hay que trasladarlas al presidente de Estados Unidos, ya que es allí donde están los problemas.
Permalink:http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/subnotas/111731-35324-2008-09-17.html
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