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22 de marzo de 2009

Héctor Timerman: “Carrió y varios medios promueven una salida anticipada del Gobierno”


Poly, subió esta nota, y la verdad que vale la pena leerla...
gracias, Polycarpo por el dato

Héctor Timerman
“Carrió y varios medios promueven una salida anticipada del Gobierno”


Foto: Veintitrés
19-03-2009 / El embajador argentino en Washington anticipa la postura oficial ante el G-20 y avanza sobre la recalentada agenda local. La influencia de los medios, el factor chacarero y la oposición: “Hay que tener mucho aguante ideológico”.

Por Adrián Murano y Franco Mizrahi

Héctor Timerman es el embajador argentino en los Estados Unidos y representante ante el G-20, el club de naciones que el 2 de abril se reunirá en Londres para buscarle el mango a la sartén caliente del descalabro global. Antes fue cónsul en Nueva York. Y antes fue editor y periodista, asumiendo el legado de su padre Jacobo, uno de los apellidos ilustres del periodismo nacional. Por presente y antecedentes, Timerman es una voz oficial autorizada para sentar postura ante dos de los desafíos salientes que tiene la administración K: la crisis económica y la relación con los medios de comunicación.

–¿Para qué sirvió la reunión de embajadores que se desarrolló en la Cancillería?

–Ante una situación de suma complejidad, la Argentina tomó la iniciativa, no se quedó paralizada esperando una resolución de los países centrales. El mundo vive una caída abrupta del nivel de comercio internacional, un incremento del proteccionismo, una situación compleja de subsidios domésticos y salvatajes financieros, lo que hace que la Argentina haya decidido abrir dos caminos de trabajo de política exterior que inciden en la política doméstica. Por un lado, negociar con los demás países una postura política, reclamando que la crisis actual es producto de decisiones políticas erradas. Por el otro, está la decisión estratégica de redoblar el esfuerzo por colocar nuestros productos en el exterior porque hay una reducción del comercio, hay un incremento del proteccionismo y porque en la Argentina cada producto que se exporta es un puesto de trabajo que se protege o se crea.

–¿La crisis puede ser una oportunidad?

–Sí, pero primero lo que hay que hacer es entender la génesis de la crisis. Recien entonces vamos a participar de la búsqueda de soluciones políticas y luego de soluciones económicas que le permitan al país seguir creciendo.

–Como representante argentino para los preparativos del G-20, ¿con qué postura se encontró y cuál es la posición argentina?

–El G-20 es un foro de ministros de economía, finanzas y presidentes de bancos centrales que, producto de esta crisis, se transformó en un foro de líderes políticos. La primera reunión fue la de Washington y aún existía la convicción, en la mayoría de los países participantes, de que esto era una cuestión económica y había que buscar soluciones económicas. El cambio que se produjo para la reunión de Londres se da en dos planos: la profundización social de la crisis –estamos hablando de que en poco tiempo más el mundo tenga entre 50 y 60 millones de desempleados– y la llegada de un presidente como Obama, que cambió la forma de ejercer el liderazgo político, cambió las ideas políticas con las que se venía manejando Estados Unidos. Por lo tanto, la reunión que se va a dar en Londres va a ser de líderes políticos donde las soluciones que se van a buscar serán políticas, de cambio de modelo. Dentro de eso hay dos posturas. Países que quieren cambios más bien cosméticos y países que quieren cambios más profundos, entre los que está la Argentina. Los cambios más profundos que nos proponemos son la democratización de los organismos multilaterales de crédito, la discusión del rol del Estado, la eliminación de los paraísos fiscales que sirven para la fuga de los capitales de los países emergentes hacia los países centrales, la regulación financiera que fue abandonada por Estados Unidos y Europa, y buscar que los bancos multilaterales de crédito se dediquen efectivamente al financiamiento de obras de infraestructura y prefinanciamiento de exportaciones.

–¿Realmente cree que el G-20 modificará el esquema unilateral que funciona en el mundo desde el Consenso de Washington?

–Hay una posibilidad, no sólo del G-20. Creo que Estados Unidos está buscando alternativas de relación más multilaterales. Se acabó el mundo hegemónico. Lo que sucede es que Estados Unidos y Europa tienen una posibilidad de captación de fondos sin condicionalidades, pero que seca el mercado. Y, por lo tanto, los países emergentes sólo pueden acercarse al FMI como único lugar donde consiguen fondos frescos. Ahora bien, las condiciones que exige el Fondo son las mismas que exigía en décadas pasadas y que llevaron a varios países a colapsos económicos como ocurrió con la Argentina en el año 2001. Por ejemplo: hoy aplauden a Estados Unidos porque proyecta un déficit de más de un 12 por ciento de su Producto Bruto y, sin embargo, a Hungría el Fondo le exige no excederse más de un 3 por ciento. No puede ser que un país tenga que aceptar eso cuando Estados Unidos obtiene fondos para sus empresas.

–Entonces la Argentina está pensando en volver a vincularse con el Fondo.

–La Argentina está diciendo, desde el 2003, que hay una necesidad de reformular las políticas del Fondo. La Argentina se ha desendeudado, no tiene deuda nueva. Estoy hablando de los países que vivían endeudados hasta hace poco.

–Brasil, por ejemplo.

–Estaba pensando en los países de Europa del Este. Yo creo que va a haber problemas porque no existe ese dinero. No hay de dónde tomar ese dinero salvo en los organismo multilaterales de crédito que exigen condiciones imposibles de adoptar. La Argentina no tiene en este momento ese problema. Lo que la Argentina exige es la democratización de los organismos multilaterales. No se puede seguir sosteniendo que el Fondo Monetario siempre esté en manos de un europeo y el Banco Mundial en manos de un norteamericano. Como están las cosas, el FMI actúa como una fuerza disciplinadora de los países emergentes.

–En su discurso sobre el estado de la Unión, Obama reafirmó que Estados Unidos jamás cuestionará la supremacía del mercado sobre el Estado. Sin embargo, en ese país, como ocurrió con el nuestro, es el Estado quien está financiando las estafas del mercado. ¿El destino del Estado es ser un “Estado bobo”?

–Estados Unidos sufrió dos grandes crisis, la de los años ’30 y la de ahora. Las dos veces salió gracias al rol del Estado. La desaparición del rol del Estado en Estados Unidos fue producto del éxito del Estado en la economía. O sea: el Estado resuelve en Estados Unidos el problema económico, logra salir de la depresión, ordena. No había regulaciones en el sistema de inversiones en acciones hasta el año ’30, y cada uno podía emitir acciones y no había nadie que regulara nada. El padre de John Kennedy fue la primera persona que nombró Roosevelt para organizar el mercado accionario porque era uno de los más grandes especuladores financieros que había en Estados Unidos. Es decir, usaron al Estado para resolver la crisis y después lo anularon. Ahora lo van a volver a usar, porque sólo el Estado tiene la capacidad política y económica para resolver la crisis. El rol del Estado en la economías me hace acordar al rol de la clase media en la Argentina. Durante la crisis, la clase media en la Argentina busca una alianza con las clases populares. Del mismo modo que el sector privado busca la solución del Estado. Cuando la situación mejora, la clase media dice: “Por qué tengo que hacer una alianza con la clases populares si soy rico ahora. Me tengo que aliar con la clase rica”. Esa ruptura entre las clases medias y las populares lleva a la destrucción de los procesos de crecimiento. Y los medios tienen mucho que ver con eso.

–¿Por qué?

–Cada sector social se forma y se informa de distinta manera. Y la clase media es demasiado receptiva de los medios y toma su visión del mundo, algo que no sucede con las clases populares que forman su visión de acuerdo con su experiencia. Las clases altas tienen una visión de acuerdo con su fantasía. La clase media es la única que conforma una cosmovisión de acuerdo con lo que recibe de los medios.

–Una cosmovisión que puede ser manipulada...

–Claro, y ese es el problema que tenemos. Los medios manipulan. Eligen la noticia y es la definición que hace el medio de la realidad. Acá matan a una persona en el Tigre y la señora de Palermo cree que si sale a la calle va a estar rodeada de cadáveres. La cercanía con la muerte se da a través de los medios.

–¿Coincide con el ex presidente Néstor Kirchner en que determinados medios también integran la oposición?

–El proyecto que lidera el kirchnerismo es de profundo cambio social, no es un proyecto de administrar un Estado, sino de alterar la distribución del ingreso, por ejemplo. Eso es totalmente diferente a lo que podría ser una simple administración del Estado. En este proyecto de profundo cambio social enfrenta a grupos muy poderosos que no quieren esos Estados. Por ejemplo, la Sociedad Rural. La Argentina ha visto que las clases más poderosas, que ejercieron el poder no democráticamente, realizaron una distribución del ingreso regresiva utilizando la violencia. Entonces no es de extrañar que aquellos grupos no quieran que esos beneficios que obtuvieron se vean afectados. Y lo que están haciendo es evitar que este gobierno lleve adelante esos cambios. Ahí también están los medios, con sus intereses.

–Por su historia personal como periodista y embajador, ¿qué siente cuando organismos internacionales alertan sobre el estado de la libertad de expresión en la Argentina?

–Dígame qué periodista fue censurado.

–Jorge Lanata y Nelson Castro denunciaron censura.

–Vamos a poner las cosas en su lugar. Lanata tiene un diario. Castro escribe en un diario y tiene un programa de televisión. ¿Dónde está la censura? Dicen que les levantaron el programa. ¿En dónde? En una radio. Un periodista tenía un programa todas las tardes en Radio Nacional y un día vence el contrato y no se lo renuevan. Radio Nacional se fundó en 1920. ¿Usted piensa que desde entonces hasta que llegó ese señor a Radio Nacional no había nadie en ese horario de la tarde? ¿Todos fueron censurados para que llegue este señor o los contratos se terminan, se vencen y no se renuevan? En todos los medios echan gente. Yo he visto despidos masivos. ¿La Nación, Clarín, nunca vieron un despido? Es muy fácil victimizarse. Algunos periodistas quieren convertirse en héroes de una libertad de prensa que, cuando hizo falta tener cierto heroísmo, no se destacaron por tenerlo. En este país mataron a 90 periodistas. En honor a la memoria de quienes fueron perseguidos, ¿quiénes creen que son esos periodistas para autotitularse perseguidos? Tenemos el triste récord de contar la mayor cantidad de periodistas desaparecidos de América. Y ahora resulta que vienen con la chicana de “mirá cómo nos persiguen”.

–Perón dijo que con los diarios en contra ganó las elecciones y cuando los tuvo a favor lo derrocaron. ¿Ese axioma sigue en pie?

–Me preocupa el tema de los medios por su impacto en la clase media. Me gustaría que este gobierno recupere un diálogo con la clase media. Que la clase media se dé cuenta de que la alianza que más le conviene es con los sectores populares y no con los sectores concentradores de la riqueza. No creo que una señora de clase media obtenga mayores beneficios en una alianza con la Sociedad Rural.

–Hablando de alianzas, ¿no es un retroceso haberse encapsulado en lo que Kirchner llamaba pejotismo durante su gobierno?

–Eso es un tema tan viejo como el propio peronismo. Perón conformaba grandes grupos que acompañaban al PJ que, siendo el mayor movimiento político del país, era la columna vertebral de esas alianzas. Acá hay una izquierda testimonial que es más mediática y tiene poca inclusión social. Y que sin embargo tomó la decisión de apartarse. Por ejemplo, cuando Claudio Lozano vota en contra de las retenciones, vota en contra de su propio proyecto.

–¿Y en el caso de las organizaciones sociales que sustentaban un proyecto más transversal del kirchnerismo?

–Estamos en el sexto año de este proyecto y creo que hay que tener mucho aguante ideológico, porque cada vez la oposición es más dura. No más grande, sino más dura, con un discurso más agresivo, como el de Lilita Carrió. La necesidad de estar en los medios hace que endurezcan sus discursos, porque si no nadie los invitaría a los programas.

–Mencionó a Carrió y usted fundó el ARI con ella. ¿Le sorprendió que viajara a Washington para comparar al Gobierno con las dictaduras de Stroessner y Pinochet?

–Es muy raro que un líder de la oposición acuse a un país democrático de ser una dictadura. Hay elementos en el discurso de Carrió y de varios medios que promueven o festejarían una salida anticipada del Gobierno. Esa gente no entiende que la llegada de ellos a un supuesto gobierno sólo puede darse por una vía democrática y que lo único que están haciendo es cooperar con sectores muy reaccionarios de los cuales ellos mismos van a ser víctimas cuando sean gobierno.

–Existen versiones sobre una eventual reducción del G-20...

–Las intenciones de reducir el G-20 son del señor Joaquín Morales Solá, que no pertenece al G-20.
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http://www.elargentino.com/nota-33266-Carrio-y-varios-medios-promueven-una-salida-anticipada-del-Gobierno.html

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