La Presidenta propuso al Gobierno de la Ciudad un cronograma de seguridad y pago de subsidios para concretar la trasferencia del transporte urbano al distrito porteño
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Jueves, 29 de Marzo del 2012
Anuncios sobre traspaso de transporte urbano al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, palabras de la Presidenta de la Nación
ANUNCIOS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL SALÓN SUR DE LA CASA DE GOBIERNO
Muy buenos días a todos y a todas: la convocatoria es un poco para abordar un tema que ayer tuvo sanción definitiva en el Parlamento Argentino, como es la ley sobre transferencia de los servicios de transporte al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Al respecto quiero decir que mucho se ha hablado de la necesidad siempre, en general, no referido a este tema sino en general a la política, de llegar a acuerdos, a consensos, también en cuanto a la necesidad de calidad institucional, me gustaría también que se hablara mucho de gestión. Se habla muchas veces en términos generales de temas muy genéricos abstractos y muchas veces de pierde de vista lo que es esencial a cualquier gobierno que es la gestión, o sea trabajar y hacer las cosas que cada uno tiene que hacer en el marco de las competencias y las responsabilidades que le imponen la Constitución, las leyes y el sentido común, además del voto de los ciudadanos por supuesto.
El 4 de enero de este año habíamos llegado a un acuerdo que fue suscripto y firmado con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por el cual se transferían el servicio de subtes que, como ustedes saben, es una concesión, no son bienes que se estén transfiriendo, se está transfiriendo una concesión que está siendo administrada por un particular desde hace mucho tiempo; se llegó a ese acuerdo en el cual el 50 por ciento del subsidio sería mantenido durante un año por el Gobierno Nacional, cosa que se ha hecho rigurosamente depositando todos los meses la cifra que corresponde, y el otro 50 por ciento sería subsidiado o por lo menos se haría cargo el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Como todos ustedes saben el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dispuso un aumento del 127 por ciento del boleto de subte, que estaba en su derecho de hacerlo porque obviamente la transferencia del servicio implicaba la transferencia también de la potestad tarifaria, de la fiscalización del servicio y todo lo que es inherente a lo que sucede en todo el país. No estamos hablando de cosas que suceden en la Ciudad de Buenos Aires, sucede en la ciudad de Rosario, en la ciudad de Córdoba, en todas las grandes ciudades y en todas las pequeñas ciudades de nuestro país.
Finalmente también se había comunicado que se iba a retirar a partir del día 1º de marzo en primera instancia, el servicio de seguridad, para que se hiciera cargo el gobierno de la Ciudad, y luego todos sabemos que unilateralmente, pese a haber tomado principio de ejecución del contrato, el gobierno de la Ciudad decidió no dar cumplimiento al acto y hacer un intento por cierto bastante bochornoso, tal cual lo caractericé en su momento de la devolución de los subtes al gobierno de la Ciudad.
Al mismo tiempo se intentó judicialmente, mejor dicho se intentó no, se judicializó la situación y yo me acuerdo que anuncié, creo que fue el 1º de marzo en la Asamblea Legislativa, que si el problema era la seguridad, dábamos un mes más la permanencia de la Policía Federal en el ámbito del subte para que no hubiera ningún problema y porque fundamentalmente no queremos complicarle la vida a los ciudadanos. La obligación de los gobernantes es no complicarles la vida a los ciudadanos.
Yo he viajado en colectivo, he viajado en subte, he viajado más en tren porque los platenses viajábamos más en tren cuando veníamos a Buenos Aires y adentro de la ciudad en colectivo. Mi padre fue colectivero así que sé perfectamente de qué se trata viajar en transporte público. Tal vez algunos otros que han tenido más suerte en la vida y han tenido una familia más adinerada nunca han hecho uso del transporte público, pero yo he hecho uso del transporte público y puedo decir que realmente muchas veces no se viaja del todo adecuadamente.
De cualquier manera, y en esto también quiero ser clara, si uno compara la cantidad de gente y la calidad de los servicios al año 2003, bastaría ver nada más lo que era... estuve buscando, le estaba diciendo al ministro de Planificación el otro día que si pudiéramos rescatar viejas imágenes de lo que era la estación de Once, antes de que la remodeláramos íntegramente o la estación de Constitución antes que la remodeláramos, pero no hemos podido encontrar esas imágenes de esas estaciones prácticamente abandonadas. No quiero con esto decir que está todo bien, que está todo perfecto y que están todas las cosas hechas, faltan muchas cosas por hacer pero se han hecho muchas cosas después de décadas de abandono.
Pero vamos al punto central que es la ley que acaba de sancionar ayer por amplísima mayoría, en un trámite absolutamente transparente, el Congreso Nacional, donde aprueba la transferencia a la Ciudad de Buenos Aires de los servicios de transporte, cosa que ocurre, reitero, en todas las ciudades del país. Además lo hace obviamente porque la gran discusión era recursos; en realidad la palabra recursos en la Constitución no está referida a subsidios, porque se refiere fundamentalmente a la transferencia de servicios como cuando uno transfiere la Justicia, o las escuelas, o los hospitales que obviamente tiene que transferirlos con los recursos porque tiene planta permanente que depende del Estado, en este caso provincial o nacional y pasa a depender a otro Estado.
Acá estamos hablando por un lado de una concesión, en el caso de los subtes, que ya había sido aceptada, transferida, firmada, ejecutada, aumentadas las tarifas, etcétera, y por otro lado, la transferencia de los servicios del transporte automotor de corta distancia dentro del ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, o sea las líneas que solamente operan en los 202 kilómetros cuadrados que es la jurisdicción de la Ciudad de Buenos Aires. Yo recuerdo que la República Argentina tiene más de 3 millones y medio de kilómetros cuadrados, la Ciudad de Buenos Aires 202 kilómetros. Dentro de los 202 kilómetros y dentro de los límites operan una serie de empresas de colectivos que ni siquiera son del Estado, con lo cual no estamos transfiriendo nada porque son de propiedad privada y por lo tanto los subsidios no son recursos. Lo han aclarado una y mil veces no solamente abogados y constitucionalistas, sino también, en definitiva, el Parlamento Argentino, y aquí voy a la segunda parte que es lo de la calidad institucional; calidad institucional también es fundamentalmente aceptar el funcionamiento de las instituciones donde el Parlamento Nacional me parece que es algo muy importante y donde siempre nos acusaron desde algunos sectores de ignorarlo o de no prestar atención a lo que decían. Y realmente creo que finalizado este trámite y finalizada también la judicialización, porque se presentó un recurso de amparo o una medida cautelar, o lo que se llama un derecho cautelar como una nueva rama en el derecho argentino, y la propia jueza que intervino en la causa en el día de ayer rechazó las medidas cautelares, porque, tengo entendido no me han leído todavía el fallo pero me han comentado algo así que como al haber decidido la Presidencia de la Nación remitir al Parlamento Nacional la cuestión, obviamente la Justicia no tiene que opinar, cosa que personalmente comparto, porque no creo en la judicialización de la política y creo que la gestión de los transportes, como la gestión de la salud, como la gestión de la educación y tantas otras gestiones, no son responsabilidad de la Justicia, sino son responsabilidad de quienes luchamos por obtener el voto popular para llegar a determinado lugar.
Así y todo, en el sentido de que la ley no habla de la obligación de los recursos porque han hecho esta distinción, la política de subsidios es una política del Gobierno Nacional implementada desde el año 2003, fundamentalmente en materia de servicios, o sea en materia de servicios públicos que son bienes de demanda inelástica. Uno puede si le aumenta el pollo, comer pescado, si le aumenta el pescado puede comer tomate, pero uno no puede prescindir de la luz porque no hay otro a quien comprarle la luz, ni del gas, porque no hay otro a quien comprarle el gas, ni irse caminando porque tiene que ir en líneas de colectivos, en el tren o en el subte. Esta también es una de las causas que han sido uno de los pilares del crecimiento y del mercado interno, porque hemos permitido sostener una demanda agregada creciente a través de subsidios de transportes, que por otra parte se hacen en todas partes del mundo; los transportes están subsidiados en la mayoría de los países del mundo.
¿Qué hemos decidido como un aporte para lograr una solución para los vecinos y en base a algunas cuestiones que hemos estado charlando con la señora ministra de Seguridad y con el señor Subsecretario en lo que hace al aspecto de seguridad? En la causa que el propio gobierno de la Ciudad presentó ante la Justicia, manifiesta que necesitaría 3 ó 4 meses para implementar el servicio de seguridad en todas las líneas de subtes. Esto está en el expediente, manifestado por el propio gobierno de la Ciudad, 3 ó 4 meses.
Si nosotros tenemos en cuenta que el Acta se firmó el 4 de enero, digo, 4 de febrero, 4 de marzo, 4 de abril, bueno...pongamos que no hubieran sido 2 ó 3 meses sino 4, 4 de mayo tendrían que haber establecido las medidas porque ya se les había transferido el 4 con lo cual ya estarían en condiciones, de acuerdo a las propias palabras que le han manifestado a la Jueza, que 3 ó 4 meses es el tiempo que demorarían en implementar un servicio de seguridad en los subtes. Yo creo que hay mucha conferencia de prensa, mucha cosa de hablar y de discurso y reitero, hace falta un poquito más de gestión y de hechos concretos que ayuden. Si se hubiera tomado esta decisión el día que se transfirieron los subtes, de acuerdo a las propias palabras del gobierno de la Ciudad, le faltaría apenas un mes o ya estarían en condiciones de dar la seguridad.
Igualmente el secretario de Seguridad, el doctor Berni, en charlas con el doctor Montenegro, no sobre este tema sino sobre motivos en los cuales se trabajó en forma conjunta como cortes de vías públicas y demás, le había manifestado que estaría en condiciones el gobierno de la Ciudad de ir paulatinamente tomando cada 15 ó 20 días la seguridad, completando así el lapso de esos 3 ó 4 meses que demanda.
Yo quiero en ese sentido, y en esto voy a delegar en las autoridades del sector, un cronograma que podamos elaborar con el gobierno de la Ciudad, de manera tal de que puedan ir implementando paulatinamente, tal cual lo manifestó ante la propia Justicia y tal cual se lo manifestó el doctor Montenegro al doctor Berni.
Creo que una cosa que podríamos hacer es por ejemplo empezar por la línea E que en unos 15 ó 20 días que el gobierno de la Ciudad, digo a modo de sugerencia, pero me parece que por ejemplo, para que ustedes entiendan, la línea E transporta aproximadamente 53.593 pasajeros, ¿esto es diario, verdad?, y la línea H que ya está operada por la propia Ciudad de Buenos Aires 23.254 y la línea Premetro 2.104, quiere decir que entre la línea E y la línea Premetro podríamos comenzar con el cronograma de transferencia de seguridad en 15 ó 20 días más y luego seguir paulatinamente hasta completar esos 3 meses que, reitero, dice la propia Ciudad de Buenos Aires, necesita y lo manifestó ante la Justicia, para resolver el tema de la seguridad y que todos los pasajeros y fundamentalmente los trabajadores también se sientan protegidos y seguros.
Así que esta es una propuesta que seguramente van a tomar contacto las autoridades de seguridad para implementar un cronograma que obviamente no puede llevar más allá de 3 meses. Estamos hablando del 4 de enero, 3 meses más, estaríamos ya casi en junio, medio año. Yo había dado un mes el 1º de marzo, no se pudo hacer, bueno...creo que medio año para implementar la seguridad de 6 líneas de subtes, me parece con casi 4.000 efectivos que tiene la Policía Metropolitana, es un tiempo más que prudencial. Reitero, son 202 kilómetros que se tienen que gobernar y administrar, y además no son cualquiera 202 kilómetros; no es lo mismo 202 kilómetros acá que 202 kilómetros por ejemplo en la provincia de Tucumán, con ingresos mucho menores, con necesidades mucho mayores, con toda una historia de abandono de décadas. Estamos hablando del distrito de mayor ingreso per-cápita de la República Argentina, similar a los países desarrollados donde tienen todos los servicios básicos solucionados de agua potable, de electricidad, de gas, es más, donde trasladan también residuos fuera de la Capital para depositarlos en la provincia de Buenos Aires, lo que también está creando un problema muy importante a la jurisdicción, además de todos los deshechos cloacales que estamos nosotros procesando en la provincia de Buenos Aires con la planta de Berazategui o el agua con Paraná de las Palmas, todas obras solventadas por el Gobierno Nacional. Y también la obra de subte más importante que también se la transferimos sin costo de acuerdo a la propia Acta y que es la línea E, la continuación de la línea E. La mayor cantidad de obras que se han hecho en los últimos años en la Ciudad de Buenos Aires en materia de subtes, las ha hecho este gobierno Nacional, no solamente durante la gestión de este gobierno, que ya lleva su segunda gestión, sino también durante la anterior gestión. Por lo tanto no hacemos distinción de quien está al frente de la Ciudad, lo que sí decimos es que ha llegado el momento de que cada jurisdicción de acuerdo a los ingresos y de acuerdo a las posibilidades se haga cargo de las competencias que le son pasibles, pasibles primero por una cuestión central, así lo indica la organización general e institucional del país y además la lógica y el sentido común. Es absurdo que la presidenta de la República también tenga que controlar a los subtes y colectivos que circulan en la Ciudad de Buenos Aires. Creo que ningún ciudadano, más allá de que me tenga simpatía o no, piensa que también me tengo que ocupar de eso. Estamos pidiendo que se ocupen de las cosas que no son competencia nuestra sino simplemente son competencia de la Ciudad de Buenos Aires.
Y para dar una muestra más de buena voluntad, de que no estamos con intenciones de perjudicar a nadie -porque además el que crea que con esto se perjudica el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires es un sonso o muy corto de cabeza, ninguno de los funcionarios del gobierno de la Ciudad tampoco viaja en subte o colectivo, los que se perjudican son siempre los ciudadanos, por eso muchas veces se actúa con tanta liviandad de tomar una cosa, revolearla, aumentarla el 127 por ciento y después revolearla por la cabeza del Gobierno Nacional, la verdad que es incomprensible- vamos también a adoptar el mismo criterio para los micros. Como ustedes saben los micros que circulan exclusivamente en la Ciudad de Buenos Aires demandan subsidios de 1.054 millones de pesos por año, estamos dispuestos, ahora hay un aumento, la UTA acordó un aumento con la patronal del 18%, con lo cual ese subsidio aumenta para la ciudad de Buenos Aires en 10 millones de pesos más, con lo cual sería algo así como 1.180 millones de pesos en subsidios. Esto también para que sepan cómo juegan los aumentos de salarios, porque parece que cuando uno habla de aumento de salario estuviera diciendo que lo paga Dios o algún ser extraterrestre, no, los aumentos de salarios de todos los trabajadores en el marco de prestación de servicios públicos o se pagan con aumento de tarifa o se pagan con subsidio Y por eso también vamos pedirle a la Ciudad, además de ofrecerle el mismo criterio que aplicamos para el subte, durante un año también compartir el 50% de ese subsidio, esos 1.180 millones de pesos durante el año estamos dispuestos a que la mitad sea pagada por el Gobierno Nacional y la otra mitad la pague el Gobierno de la Ciudad. Yo creo que cuando implementemos además del SUBE vamos a poder hacer una segmentación que va a dar mayor equidad. Y al mismo tiempo solicitarle que nos ayuden en forma conjunta, porque además creo que debería ser así, por lo menos en el caso del subte, a auditar la aplicación de los subsidios efectivamente al mejoramiento de los servicios, queremos que nos ayuden a auditar de modo tal que si hay algo malo o alguien está haciendo las cosas mal o alguien no está aplicando los subsidios a lo que los tiene que aplicar, que por favor nos ayuden a auditar y a denunciar la situación, pero denuncias genéricas sin participación, sin compromiso real y efectivo de cada área de gestión en el resultado de un mejoramiento del servicio para los ciudadanos, solamente pueden resultar agradables para ser escuchadas por los medios de comunicación pero no le cambian la vida ni los servicios a nadie. Por eso vamos también a pedir a las áreas competentes en materia de transporte que se contacten con los funcionarios del sector de transporte del Gobierno de la Ciudad para aplicar este mismo criterio, que ya ellos habían aceptado en el caso de los subtes, aplicar el mismo criterio para las líneas de colectivos que circulan exclusivamente en el ámbito de la Capital Federal; nos hacemos cargo 50 y 50% del subsidio o bien tienen la potestad tarifaria y pueden hacer lo que hicieron también con el subte.
Esto es claro porque la gente tiene que saber y fundamentalmente cada uno tiene que hacerse cargo de las políticas que sostiene y piensa, si alguien piensa que están mal los subsidios, bueno, aumentará las tarifas; si alguien piensa que los subsidios no se están aplicando correctamente que nos ayude a auditar a cada una de las empresas para ver cómo están aplicando los subsidios y entonces en conjunto mejorar el manejo de los recursos, si es que están mal manejados, y el manejo fundamentalmente de los servicios para que impacte en forma positiva en toda la población.
Yo tengo una inmensa voluntad y una inmensa vocación porque estoy más allá de muchas cosas de la vida y yo diría hasta de la política, como vocación y se puede decir como ambición en la política he llegado a lo más alto a que puede aspirar una persona, lo he dicho en infinidad de oportunidades, y creo que lo más importante para mí en estos momentos es lograr que se solucionen los problemas, no causarlos, no causar los problemas sino solucionarlos, y además definir las políticas. Nosotros creemos que las políticas de subsidios deben seguirse aplicando, por eso estamos implementando el SUBE para poder segmentar esa política de subsidios y que realmente llegue a quien lo necesita. Por eso también en el acuerdo que se firmó entre la Secretaría de Transporte y las empresas de transporte se dijo que íbamos a auditar de aquí a julio la aplicación para ver si realmente esos 100 millones que dicen los empresarios que requieren para hacer frente al 18 % de aumento a los trabajadores de UTA realmente es así y no como dijeron algunos medios que en realidad estábamos diciendo que el 18% era hasta julio, no, lo que es hasta julio es el tiempo que vamos a tardar en auditar que esos 100 millones de pesos que aumentó el subsidio sean aplicados exactamente y sean necesarios para el aumento de los salarios. Y lo que tienen que saber también todos los usuarios y consumidores, que al mismo tiempo son trabajadores de otros lugares, no manejarán un micro, no manejarán un subte, un ferrocarril, pero deben saber que cuando sus compañeros piden aumentos, esos aumentos alguien los tiene que pagar. Me parece que es bueno que todos sepamos cómo funciona y que todos tratemos de participar en el contralor, en este caso la Ciudad de Buenos Aires en forma conjunta con las autoridades nacionales, para ver cómo se está administrando este subsidio si es que tanta duda hay sobre los mismos.
Lo cierto es que, de acuerdo con las informaciones que tenemos, desde que se produjo el aumento del 127% en el subte disminuyó el pasaje en un 30%, porque la gente se trasladó a viajar en los micros en lugar de viajar en subte. Algunos dirán qué es de 1,10 a 2,50, un 127 por ciento, pero mucha gente que por ahí todavía no está registrada o que va a su trabajo y toma dos o tres colectivos, si uno le suma un peso por cada uno de los viajes, más la vuelta, estamos hablando de una cantidad de ocho ó nueve pesos diarios en viajes, si va a trabajar los sábados también tiene 54 pesos de transporte durante la semana, que multiplicado por cuatro son 200 pesos. Es cierto que por allí esa cifra para otros trabajadores que ganan más dinero no es mucho, pero para un trabajador que por ahí está ganando 1.600 ó 1.800, porque no está registrado, realmente es una cosa importante.
Por eso hay que tener mucho cuidado, hay que ser muy responsable, hay que ser muy gradual, sobre todo cuando se tocan sectores como el transporte público, allí se transporta la fuerza de trabajo de la República Argentina, la gran mayoría va a trabajar, va a estudiar, por eso hay que tener mucho cuidado. No pasa lo mismo por ahí con otros sectores en los cuales uno puede identificar claramente que tienen un gran grado de capacidad contributiva, patrimonial, y entonces aplicar una política distinta en materia de subsidios porque es gente que tiene poder adquisitivo, como hemos hecho por ejemplo en determinadas zonas del país, de Buenos Aires y lo seguiremos haciendo en otras zonas en donde se identifican claramente sectores de alto poder de contribución, de alto contenido patrimonial y obviamente tendrán que pagar el valor de los servicios. Pero esto no puede generalizarse porque no hay políticas generalizantes, porque no todos los ciudadanos son iguales, porque no todos tienen la misma capacidad de ser contribuyentes, porque no todos tienen los mismos sueldos, porque no todos viven en los mismos lugares y por eso hay que ser muy cuidadosos. Esto es lo que hemos intentado hacer desde el año 2003 a la fecha y yo creo humildemente que tan mal no nos ha ido, y cuando digo no nos ha ido no digo al gobierno sino a los argentinos, si uno compara lo que está sucediendo en otras partes del mundo donde vemos paros, donde vemos descuentos de salarios, descuentos de jubilaciones, donde vemos que se caen todos los convenios colectivos de trabajo, donde vemos que no hay consumo, que ha caído brutalmente el consumo, cuando nosotros hablamos de subsidios, de mantener la demanda agregada, la capacidad de inversión y la capacidad de oferta es fundamentalmente esto. El transporte público no es una cosa cualquiera, es un lugar que debe ser abordado con mucha serenidad, con mucha reflexión y con mucho conocimiento de cuál es el impacto, por que esto le significó al concesionario de Metrovías perder un 30% del pasaje, pese al aumento de tarifa. Técnicamente el aumento de tarifa prácticamente resultó neutralizado por la pérdida de pasajeros que optaron por medios más baratos.
Son ideas, más que ideas hechos económicos, concretos, que nos pueden llegar a ayudar a todos, más allá de las concepciones o de las ideologías; está bien que haya gente que piense que no hay que subsidiar nada y el que no puede viajar que no viaje y si no puede pagar que vaya caminando, tiene derecho a pensar esa manera, pero lo que yo digo es que las consecuencias económicas de esas cosas luego terminan impactando y la verdad que la Ciudad de Buenos Aires ha sido una de las más beneficiadas por las políticas de estos años; el impacto de los recursos por ejemplo turísticos, si uno ve todos los ingresos el mayor ingreso y gasto turístico, más allá de que se ha expandido en todo el país, se centra la Ciudad de Buenos Aires, porque todos llegan aquí y de aquí parten hacia otros lados. Ustedes verán la cantidad de turistas arrastrando paquetes por las calles, calles que por suerte volvieron a estar llenas de comercios, de gente comprando, inaugurando nuevas zonas, esto es muy bueno porque a la ciudad le significa un importante ingreso en materia del ingresos brutos, un impuesto muy importante, debe ser en materia de ingresos brutos sin lugar a dudas la jurisdicción que más recauda en todo el país, después de Buenos Aires; obviamente en Buenos Aires vive un tercio del país y ya sabemos la cantidad de ingresos y habitantes que tiene.
Pero lo importante es que tomemos todo esto con la responsabilidad que nos han dado los ciudadanos a cada uno en su jurisdicción y en sus competencias y como yo tengo que estar esta tarde en la ciudad de San Julián, en realidad a 150 km de la ciudad de San Julián inaugurando una mina subterránea en oro, un emprendimiento que había comenzado durante la época Néstor Kirchner, el día 2 tengo que estar en Ushuaia y el día 4 tengo que estar inaugurando en Bariloche las nuevas instalaciones del aeropuerto, que además va a contar con modernos aparatos que detectan las cenizas, por las consecuencias del volcán Puyehue, es que he instruido a los funcionarios de las distintas áreas para que tomen contacto con la Ciudad de Buenos Aires para poder solucionar estos problemas que son de competencia de la Ciudad de Buenos Aires, no porque lo diga esta presidenta sino porque así se acordó en un acta el 4 de enero, porque además lo ha determinado el Parlamento Nacional, ya que hablamos de la calidad institucional, y porque la Justicia ha dicho precisamente que esto no es un tema judiciable sino que es un tema de gestión. A gestionar entonces y a solucionar los problemas con la contribución que estamos haciendo, y reitero, no estamos obligados por la ley a abonar la mitad del subsidio porque ha quedado claro que no se trata de los recursos sino de una política activa que comparte este gobierno desde el año 2003, pero igual hacemos esa contribución porque no tenemos ánimo de pelea ni de entorpecer nada a nadie, fundamentalmente a los ciudadanos. Encauzar nuevamente las negociaciones, los acuerdos y que cada uno asuma su responsabilidad. Muchas gracias y muy buenas tardes a todos y a todas.
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Diputados convirtió en ley la transferencia del transporte a la Ciudad
28-3-2012
Con 162 votos a favor, 54 en contra y 18 abstenciones, la Cámara baja sancionó el traspaso del subte y colectivos a la órbita porteña tras un debate de ocho horas y media. El macrismo, que tenía dictamen propio, no pudo hacerle frente a la mayoría del Frente para la Victoria y sus bloques aliados.
Tras un debate de ocho horas y media, la Cámara de Diputados cerró un capítulo en la disputa entre el Gobierno Nacional y el porteño en materia de transporte: convirtió en ley el traspaso del servicio de subterráneos, el Premetro, el tranvía de Puerto Madero y 33 líneas de colectivos al ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
De esta manera, la cuestión se definirá este jueves, cuando se espera que la Legislatura porteña –donde el Pro es mayoría- se pronuncie sobre el tema que no pudo debatir el martes pasado por falta de quórum. De este resultado dependerá si el traspaso del transporte llega a la resolución de la Justicia.
Más allá de esto, con 162 votos a favor, 54 en contra y 18 abstenciones, la Cámara baja logró sancionar el proyecto enviado por el Ejecutivo al Congreso a raíz de la intención del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, de dejar sin efecto el acta acuerdo firmada el pasado 3 de enero apelando a la falta de recursos económicos.
Tal como se había visto en el plenario de comisiones de este martes, cuando se emitieron los dictámenes, el debate en el recinto estuvo marcado por recurrentes apelaciones a la Constitución y críticas a las políticas tanto de Macri como del Gobierno nacional en materia de transporte.
Para la sanción de esta ley, el oficialismo contó con la ayuda de sus bloques aliados: Nuevo Encuentro, Córdoba Federal, el Frente Cívico por Santiago y el Movimiento Popular Neuquino.
El macrismo, que había ido al recinto con dictamen propio, no pudo concretar sus intenciones de incluir también en el traspaso la transferencia de la policía, la competencia del juego, inmuebles ferroviarios y foros de la Justicia, entre otros servicios, con sus correspondientes recursos, además del transporte.
Además del Pro, votaron en contra el Frente Peronista, Patricia Bullrich (Unión por Todos), la Coalición Cívica y el Frente Cívico cordobés, que siguió los pasos del Senado. Unión Peronista, que conduce Felipe Solá, se abstuvo.
El Frente Amplio Progresista fue dividido: el socialismo se abstuvo –tal cual lo hizo su líder en el Senado, Rubén Giustiniani-, con la excepción de Roy Cortina, quien había presentado su propio dictamen y votó en contra, al igual que Victoria Donda (Libres del Sur).
El Gen, que había firmado el mismo dictamen que el FAP en el Senado, también se opuso. Unidad Popular, bloque liderado por Claudio Lozano, se abstuvo, ya que tenía su propio proyecto. Lo mismo hizo Proyecto Sur.
Al igual que sucedió en la Cámara alta, el radicalismo acompañó con su voto en general el despacho del Frente para la Victoria, pero se diferenció de sus senadores votando en contra del artículo referido a la transferencia de los colectivos.
La iniciativa impulsada por el Poder Ejecutivo señala que “corresponde” a Buenos Aires “ejercer en forma exclusiva la competencia y fiscalización de los servicios públicos de transporte de pasajeros, a nivel subterráneos y Premetro; de transporte automotor y de tranvía, cuya prestación corresponda al territorio de la Ciudad Autónoma”, con lo cual la transferencia no incluiría los recursos afectados.
Este fue el punto de mayor disidencia entre los bloques parlamentarios, ya que desde la oposición sostuvieron que toda transferencia debe hacerse con los recursos correspondientes, de acuerdo al artículo 75 de la Constitución.
El texto establece que dentro del plazo previsto en el acta firmada en enero, que es de 90 días, se efectivizará la culminación del proceso de transferencia.
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del blog de anibal fernandez
Traspaso de subtes, expresiones públicas del Jefe de Gobiernoç
Jueves 22 de Marzo de 2012 23:58 Aníbal Fernández
Te lo digo yo
- Esto es así
Cuando se reunió por primera vez el jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el ex presidente Kirchner, yo formé parte de esa reunión; también, el jefe de Gabinete de entonces. Macri sacó un papel todo arrugado, lo estiró contra el vidrio del escritorio y vimos que el primer punto decía “autonomía”. Yo decía para mí: “¡Madre de Dios! Si el jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se tiene que anotar que para hablar con el presidente tiene que hablar de la autonomía, estamos muertos”.
Por supuesto, en esa ocasión pidió el puerto, el juego, la Policía Federal y el subte. El planteo del entonces presidente fue: “Mirá: con mucha gana de todo lo que estamos haciendo, por qué no te vas poniendo de a una las cosas y las vas cumpliendo; porque de lo contrario, se hace muy difícil esta situación. Lo de la Federal es un tema complicado, pero si vos querés sacar tu propia policía, para lo que hay que modificar el artículo 7º de la ley 24.588, presentamos el proyecto ya mismo”. La respuesta fue: “¿En cuánto tiempo sale?; si no me cambian la bocha y el tema, después, se dilata y se estira”. Kirchner le preguntó: “¿Cuánto necesitás?” La respuesta fue: “Cuarenta y cinco días". Y salió en sesenta. O sea, en sesenta días se modificó y permitió la creación de la Policía Metropolitana, que fue una vocación del jefe de la Ciudad Autónoma. Nadie le dijo que la formara. Él tuvo su propia vocación de armarla.
Ahora bien; vayamos a ver qué dijo el jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en cada una de sus expresiones públicas. Antes de la primera vuelta que lo hizo jefe de gobierno, el 3 de junio de 2007, le decía al diario La Nación: Queremos trabajar en los subterráneos para cambiar la tecnología, aumentar el nivel de frecuencias, combinarlos con el transporte de superficie. Hay que dividir las estaciones de transporte de pasajeros de micro y dar alternativas serias de transporte público.
El 26 de mayo, le dijo al diario La Nación: Nuestro desafío es construir una ciudad para vivir y no simplemente para sobrevivir. Además, exigir al gobierno nacional que, de una vez por todas, transfiera a la Ciudad las atribuciones necesarias para regular el control del puerto, los subtes, el transporte público de pasajeros –la discusión boba que señalaba el senador Cabanchik–, la red de tránsito, la seguridad y la Justicia.
Antes de la segunda vuelta, el 24 de junio, le decía a Clarín ante la siguiente pregunta de un periodista: ¿No es generar mucha expectativa hablar de construir 10 kilómetros de subte por año? Él respondió enfáticamente: “No; podemos hacerlo”. No podemos estafar a la gente diciendo que la máxima velocidad es construir 1,6 kilómetros por año.
Una vez electo, le dijo a La Nación el 25 de junio de 2007: En materia de subterráneos, nuestra propuesta es construir 10 kilómetros de línea por año. Esto incluye la finalización de la línea H, que debe llegar hasta Retiro; la extensión de la línea B y la iniciación de la F, G y L –debe ser–, que fueron aprobadas por la Legislatura.
El 11 de junio, el diputado Pinedo –a quien vi por aquí recién– le dijo a Clarín: El jefe de Gabinete confió ayer que el gobierno accederá a transferir la red de subterráneos a la órbita de la jefatura de la Ciudad. ¿Cómo se implementará? Por decreto presidencial o por proyecto de ley pero de inmediato.
Cuando Mauricio Macri realiza su visita a España, en Madrid, dice: Los banqueros se mostraron muy optimistas ante la posibilidad de realizar inversiones. Me llevo la promesa de que se van a invertir unos 7.000 millones de euros. Ante esos dichos, le preguntan: ¿En qué se utilizarán? Y contesta: Principalmente, para una de las principales promesas de la campaña: la ampliación de la red de subtes.
En el diario La Nación, el 15 de febrero de 2008, expresó: Pensábamos aumentar en 50 por ciento el volumen de la red del subte, que hoy cuenta con 56 kilómetros, y llevarla a los 95 kilómetros lo más rápido posible: una inversión de 2.500 millones de dólares.
El 2 de julio de 2008, en su gira por China, expuso: Hablamos con Citic Group. Están interesados en proveer el equipamiento, los vagones, la instalación de las vías y el sistema de comunicaciones.
En Clarín, el 2 de noviembre de 2011, señaló: Ojalá que este sea el inicio de una etapa de diálogo y de mayor acercamiento en beneficio de los vecinos. ¿Vieron que le agarró esta cosa del pastor Giménez? Y continúa Macri diciendo que es para que la Ciudad y la Nación comiencen a avanzar en una agenda de trabajo común respecto de las autonomías.
Horacio Rodríguez Larreta dice: “No es el espíritu del proyecto que haya aumentos tarifarios.”
El 27 de diciembre de 2011 se dice: “Estamos con la enorme vocación de asumir el compromiso de cargar de tareas a la Nación en un cronograma en el que esperamos ponernos de acuerdo.”
El 4 de marzo de 2012 se arrepiente del acta firmada y dice: “Insisto, firmé un acta que dispara un período de trabajo, aun si me hubieran asegurado el dinero que falta…”, pero faltaba la aprobación de la Legislatura antes del 31 de marzo. La discusión es casi pueril. Y le dicen al Estado nacional que está compitiendo, discutiendo y peleando. ¡Presten atención a lo que estamos viendo! Están yendo por responsabilidades que no son propias y que debemos discutirlas en este ámbito.
Por eso, no acepto lo que dijo el señor senador por Entre Ríos. No acepto varias cosas que se dijeron, porque no se presta atención a esta clase de cosas.
Dice que el acta sólo efectiviza cosas aprobadas por ley como la fiscalización, el control y la potestad tarifaria. ¡Pero ya había aumentado el 127 por ciento!
VIDEO
REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
(PROVISIONAL)
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
Período 130º
3 Reunión - 2 Sesión ordinaria – 21 y 22 de marzo de 2012
Presidencia del señor vicepresidente de la Nación, D. Amado Boudou,
de la señora presidenta provisional del H. Senado, senadora Beatriz Rojkes de Alperovich,
del señor vicepresidente del H. Senado, senador Gerardo Rubén Morales,
del señor vicepresidente 1 del H. Senado, senador Luis Juez.
Secretarios: señor D. Juan Héctor Estrada y señor D. Juan Horacio Zabaleta
Prosecretarios: señor D. Luis Borsani, señor D. Mario Daniele y
señor D. Santiago Eduardo Révora
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Fernández.
Sr. Fernández. – Señor presidente: he estado escuchando atentamente lo que se ha
expresado en este recinto. Se han realizado exposiciones brillantes desde la oposición.
Siempre vamos a encontrar a aquellos que están muy formados y con mucha vocación, y
que ven la parte gris u oscura de la discusión política porque es su responsabilidad como
opositores. Uno se nutre de ese tipo de cosas; sirven para formarse, para crear ideas, para
un montón de otras cosas.
En algún caso, también he escuchado un compendio de letanías, dicho en el mejor
sentido de la palabra y sin agravios, dicho como insistencia, como largas, como reiteradas,
algunos porque pretenden discutir la situación de su pago chico. Tienen esa responsabilidad
porque este Senado representa a los estados provinciales y de ahí sale esa discusión. Otros
dicen cualquier cosa, la verdad. No voy a hacer referencia a ellos porque sería agraviante
pero, en definitiva, a cada uno de ellos vamos a tratar de contarles algunas de las cosas que
se ven porque, evidentemente, uno no puede aceptar mansamente ese tipo de expresiones
en este ámbito.
Tenemos fechas de todos los colores. Sabemos todos que hacia principios del siglo
pasado se empezaron a habilitar los primeros subtes; que en 1936, se formó la Corporación 21 y 22 de marzo de 2012 Versión Provisional Pág. 2
de la Ciudad de Buenos aires; que en 1979, como dijeron los senadores Filmus y
Cabanchik, comenzó realmente a ser de la Ciudad; que oportunamente, se dictó la ley
23.696, de emergencia de los servicios públicos, y ya la Ciudad de Buenos Aires
participaba en esta discusión del tema de los subtes. En 1994, se produjo la reforma de
nuestra Constitución Nacional y, dentro de ese marco, a la Ciudad se le dio un espacio muy
importante. Esa discusión que el constituyente da en 1994 dejó cosas bien gráficas.
Reivindicó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, le dio un lugar que le corresponde,
amerita y merece. Por ejemplo, se dio un régimen autónomo con facultades propias de
jurisdicción y legislación, la elección de un jefe de la Ciudad Autónoma por voto directo.
También, dice que habrá una ley que garantizará los intereses del Estado nacional mientras
esta Ciudad Autónoma de Buenos Aires sea la Capital Federal, la capital de todos los
argentinos.
En ese artículo 129, y con la disposición de esta ley, lo que fija son los límites de las
materias que serán reguladas por el Estatuto Organizativo. No habla de Constitución, señor
presidente, habla de Estatuto Organizativo. A los que hicieron el Estatuto les gustó ponerle
“Constitución” en la tapa y en todos los artículos. Todo está bárbaro, pero es un estatuto
organizativo. Y no es un problema peyorativo ni de vocación de degradar la calidad de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires sino de poner las cosas en su lugar. Digo esto porque,
por entonces, mi amigo, el doctor Alberto García Lema, constituyente por mi partido, decía
que, precisamente, le daban calidad de estatuto porque no tenía las condiciones de
Constitución que tienen las provincias en el marco del artículo 5° de la Constitución
Nacional. Entonces, no es menor la discusión. Eso es una discusión de fondo porque, en
vez de hablar del artículo 75, inciso 2), de arranque, debiéramos hablar primero del artículo
75, inciso 30), de nuestra Constitución Nacional, donde establece que “las autoridades
provinciales y municipales conservarán los poderes de policía e imposición”.
El poder de policía, señor presidente, es viejísimo: 13 de abril de 1869. Gobierno de
Domingo Faustino Sarmiento. “Bonorino en representación de Plaza de Toros”; allí se
expresó por primera vez la Corte Suprema de Justicia y determinó que es un hecho y un
principio de derecho constitucional que el poder de policía local le pertenece a los
gobiernos locales. Estaba dada la discusión. Solamente, hay que reivindicarla y ponerla en
el lugar que le corresponde.
Entonces, esta ley 24.588, conocida como Ley Cafiero, es una ley de base de la
autonomía del Gobierno de la Ciudad. Y es una ley de base porque tiene un estatuto que
este Congreso tiene derecho a modificar cada vez que lo crea oportuno y conveniente. Por
lo tanto, lo que se ha dicho acá respecto de que no tenemos por qué meternos o lo que dijo
el senador Giustiniani –que era una ley inútil–, o lo que dijo el senador Cabanchik –que era
una modificación boba– y todo ese tipo de cosas, se contrapone con que son atribuciones
que tiene este Congreso de la Nación, las cuales este representante de la provincia de
Buenos Aires no está dispuesto a regalar. Yo quiero discutirlas porque me pertenece
también una parte de esta discusión, siempre en el marco del artículo 129 de la Constitución
reformada en 1994.
De la misma manera, el artículo 9° de la ley 24.588 ─Ley Cafiero─ determina que
el Estado nacional se reserva la competencia y la fiscalización en concurrencia con la
Ciudad y las otras jurisdicciones involucradas en el marco de los servicios públicos que se
presten. ¿Hacia dónde estamos yendo con esto? Bueno, lo otro ya se explicó: el decreto 393
del 99, que ya incluía en la renegociación a la Ciudad; la ley 373, por la cual la Ciudad
acepta este tipo de transferencia que instruía el 393 al ministro de Economía de entonces 21 y 22 de marzo de 2012 Versión Provisional Pág. 3
para que hiciera el traspaso a la Ciudad. Nunca se hizo el hecho fáctico de concluir. Pero la
materialización se pone en práctica cuando se firma el acta del 3 de enero, porque es el jefe
de la Ciudad Autónoma el que se sienta a discutir, de igual a igual ─en el marco del
artículo 129─ con el Estado nacional, a fin de empezar a tomar nota de las cosas que le
corresponden. Y le pone el “gancho” a esta situación, señor presidente.
Y para colmo, después del 3, el día 5 de enero, por decreto 27 de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, se arroga una de las facultades de lo que firmó, que es la de
subir la tarifa en un 127 por ciento. ¡Todos lo criticamos! Para quien no conoce de derecho,
la medida cautelar no es otra cosa que defender al hombre o a la mujer de a pie ante la
arbitrariedad del Estado. Es una forma de presentarme y decir: “paramos la pelota, en
términos futbolísticos, y vemos cómo resolvemos este tema que me va a agraviar, me va a
pegar en el bolsillo a mí”. Bueno, mientras que las presenta el Estado nacional, siempre hay
alguien que tiene una relación directa con los magistrados y le dan cualquier cosa; después,
van al tacho de la basura; todos sabemos cómo termina. Pero en este caso, se fue contra 140
millones de pasajeros, que es lo que más o menos se deben estar moviendo por año en este
caso; y, sin embargo, se aprobó.
Todo el mundo va al artículo 80 del Estatuto de la Ciudad, pero lo que ninguno
quiere ver es el artículo 104, referido a las responsabilidades del jefe de la Ciudad
Autónoma. En el inciso 3), dice con toda claridad que es el que está habilitado para la firma
de los convenios con cualquier jurisdicción o internacionales. Pero en el artículo 2°, dice
algo mucho más profundo: dice que es el representante legal de la Ciudad Autónoma. Por
lo tanto, cuando puso ese “gancho”, él sabía lo que estaba haciendo: sabía a dónde estaba
yendo puntualmente.
Si estamos refiriéndonos al tema de los fondos, en el caso de los subtes, ya puso el
“gancho”. Él aceptó esos 360 millones de pesos en doce cuotas, que fue un acuerdo que no
tengo por qué analizar, pues ya no estoy en el Poder Ejecutivo. Evidentemente, los que
fueron mis colegas ministros, se sentaron a discutir este tema y le llevaron una propuesta a
la presidenta de la Nación, quien la habrá entendido oportuna y conveniente. Por esa razón,
se firmó en esos términos. Pero nunca en términos del artículo 75, inciso 2), de la
Constitución Nacional, porque estamos hablando de servicios, específicamente, que les son
propios al Estado nacional y que, por un acuerdo interjurisdiccional, se transfieren.
Entonces, para transferir, no tiene que ponerse el dinero. En ese sentido, todos fuimos
perjudicados, en algún momento, con la transferencia de las escuelas o de los hospitales: se
ponía el servicio y, después, no te atendían el teléfono. Eso lo saben todos; los que han sido
intendentes, gobernadores o han ocupado un espacio de poder saben de lo que estoy
hablando.
Estamos hablando de niveles de erogación muy importantes. Y me quiero detener en
este punto, porque tanto el senador Sanz como el senador Cabanchik decían que el tema
del subte estaba más o menos claro, pero no el de los colectivos. En consecuencia, me
retrotraeré al debate de la ley 24.588, la Ley Cafiero. Decía mi querido senador Antonio
Cafiero: a contrario sensu de lo que dice el artículo, porque no lo señala expresamente,
caen bajo la competencia de fiscalización de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires todos
los servicios que se presten dentro de los límites de la Capital Federal.
Expresaba el senador Fernando de la Rúa: es cierto que hay una regla por la que los
servicios interjurisdiccionales sean controlados por la Nación para asegurar la unidad de la
Nación sobre la base del federalismo, pero no se puede excluir a la Ciudad de las
competencias que le corresponden en materias específicas. El transporte interjurisdiccional, 21 y 22 de marzo de 2012 Versión Provisional Pág. 4
en la ciudad de Buenos Aires, puede ser controlado por la Secretaría de Transporte de la
Nación, pero lo que atañe estrictamente al tránsito y a las condiciones de circulación es de
competencia de la Ciudad y no va a delegarlo. Eso fue dicho por alguien que ya aspiraba a
ser jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por lo tanto, cuando se
debatió la Ley Cafiero ya se veía claramente ese aspecto.
Asimismo, el senador Vaca se preguntaba: por qué no establecemos con claridad
que los servicios que se prestan exclusivamente en el marco del territorio de la Ciudad de
Buenos Aires son de su competencia y, además, son fiscalizables. La Línea 12
−manifestaba el senador Vaca, a quien conocí y le tenía un gran aprecio−, que va de
Barracas a Palermo y cuyo recorrido transcurre exclusivamente en la Ciudad de Buenos
Aires, ¿por qué razón va a ser supervisada o autorizada por el gobierno nacional?
En otro orden de cosas, me asusta lo expresado por la senadora Estenssoro;
verdaderamente, me asusta que diga las cosas que dice. Cuando reclamó fondos, me asustó.
Y cuando hizo referencia al motivo por el cual fue a la Corte Suprema, me asustó más
todavía. Brindaré algunos datos: en términos de ingreso per cápita, en 2010, la Ciudad
Autónoma alcanzó los 2.370 pesos, cuando la media nacional es de 1.341 pesos. A pesar de
eso, se reclaman fondos. Las transferencias a la Ciudad Autónoma, en el período
2003−2011, ascendieron a 10.135 millones: 5.355 millones por los subtes, y 4.780
millones por los colectivos. ¿Y reclaman fondos?
Hablan de autonomía plena; plantean "queremos la autonomía plena". En
consecuencia, los vecinos de la Ciudad Autónoma dicen "esta gente..."
Sra. Estenssoro. – ¿Me permite una interrupción, señor senador Fernández?
Sr. Fernández. – No, señora senadora; prefiero terminar. Cuando termine, la escucho con
todo gusto.
Sr. Presidente. – Continúa en el uso de la palabra el señor senador Fernández.
Sr. Fernández.− Señor presidente: la discusión termina siendo más grosera todavía, porque
los que nos miran y pertenecen a la Ciudad Autónoma después dicen: mirá, hay algunos
senadores de la Ciudad que, por lo menos, reivindican la autonomía. Sin embargo, éste que
viene de la provincia de Buenos Aires, aquél de Entre Ríos, ese otro de Santa Cruz, esos
tipos están todos en contra de que tengamos la autonomía plena. Pero ¿qué decía Antonio
Cafiero? Los sostenedores de la llamada autonomía plena tienen que decirle al pueblo de la
Ciudad de Buenos Aires que ella significará mayores tributos. De otra manera, se estaría
ocultando una parte importante de la verdad de esta discusión sobre la autonomía.
Pero vayamos un poco más allá todavía. Analizando las políticas que se llevan a la
práctica en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue un jefe legítimo y elegido por la
voluntad popular. Su empresa, la SBASE, subejecutó 1.200 millones de pesos disponibles
para invertir en obras de subte durante el primer mandato del jefe de Gobierno. Se trata de
un informe de un ex diputado, Gonzalo Ruanova, que no es mi de partido, y de los últimos
cuatro informes de la Auditoría porteña que señalan cómo el jefe de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires paralizó lo que significa la inversión en estos términos. En ese sentido,
subejecutó el 32,55 por ciento de su presupuesto en 2009 y el 33,25 por ciento en 2010.
Esto es, 1.178 millones. Pero a su vez, se endeudó en 475 millones de dólares. Yo escuché
cuarenta veces a él y a sus ministros hablar del tema. A muchos de ellos, les tengo un gran
aprecio dado que son amigos personales y no los menciono para que sigan trabajando; pero
debo recordar que el jefe de gobierno tomó un préstamo al 12,5 por ciento y que, cuando lo
obtuvo, no tuvo en qué invertirlo porque tenía un conflicto entre los ministerios. ¿Sabe qué
hicieron, señor presidente? Lo colocaron en un plazo fijo perdiendo una fortuna en 21 y 22 de marzo de 2012 Versión Provisional Pág. 5
intereses. Después, terminó convirtiéndolo, a través de una ley de la Legislatura, que lo
pasó a AUSA.
Pero lo más importante es que cada vez que nos ponemos a discutir esto, escucho a
mis colegas manifestar que se trata de una discusión, de una pelea entre uno y otro, como si
los otros no quisieran hacerse del servicio. Alguien los sentó y planteó esta discusión acerca
de cómo lo hacemos. De hecho, cuando se reunió por primera vez el jefe de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires con el ex presidente Kirchner, yo formé parte de esa reunión;
también, el jefe de Gabinete de entonces. Macri sacó un papel todo arrugado, lo estiró
contra el vidrio del escritorio y vimos que el primer punto decía “autonomía”. Yo decía
para mí: “¡Madre de Dios! Si el jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se tiene que
anotar que para hablar con el presidente tiene que hablar de la autonomía, estamos
muertos”.
Por supuesto, en esa ocasión pidió el puerto, el juego, la Policía Federal y el subte.
El planteo del entonces presidente fue: “Mirá: con mucha gana de todo lo que estamos
haciendo, por qué no te vas poniendo de a una las cosas y las vas cumpliendo; porque de lo
contrario, se hace muy difícil esta situación. Lo de la Federal es un tema complicado, pero
si vos querés sacar tu propia policía, para lo que hay que modificar el artículo 7º de la ley
24.588, presentamos el proyecto ya mismo”. La respuesta fue: “¿En cuánto tiempo sale?; si
no me cambian la bocha y el tema, después, se dilata y se estira”. Kirchner le preguntó:
“¿Cuánto necesitás?” La respuesta fue: “Cuarenta y cinco días". Y salió en sesenta. O sea,
en sesenta días se modificó y permitió la creación de la Policía Metropolitana, que fue una
vocación del jefe de la Ciudad Autónoma. Nadie le dijo que la formara. Él tuvo su propia
vocación de armarla.
Ahora bien; vayamos a ver qué dijo el jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
en cada una de sus expresiones públicas. Antes de la primera vuelta que lo hizo jefe de
gobierno, el 3 de junio de 2007, le decía al diario La Nación: Queremos trabajar en los
subterráneos para cambiar la tecnología, aumentar el nivel de frecuencias, combinarlos con
el transporte de superficie. Hay que dividir las estaciones de transporte de pasajeros de
micro y dar alternativas serias de transporte público.
El 26 de mayo, le dijo al diario La Nación: Nuestro desafío es construir una ciudad
para vivir y no simplemente para sobrevivir. Además, exigir al gobierno nacional que, de
una vez por todas, transfiera a la Ciudad las atribuciones necesarias para regular el control
del puerto, los subtes, el transporte público de pasajeros –la discusión boba que señalaba el
senador Cabanchik–, la red de tránsito, la seguridad y la Justicia.
Antes de la segunda vuelta, el 24 de junio, le decía a Clarín ante la siguiente
pregunta de un periodista: ¿No es generar mucha expectativa hablar de construir 10
kilómetros de subte por año? Él respondió enfáticamente: “No; podemos hacerlo”. No
podemos estafar a la gente diciendo que la máxima velocidad es construir 1,6 kilómetros
por año.
Una vez electo, le dijo a La Nación el 25 de junio de 2007: En materia de
subterráneos, nuestra propuesta es construir 10 kilómetros de línea por año. Esto incluye la
finalización de la línea H, que debe llegar hasta Retiro; la extensión de la línea B y la
iniciación de la F, G y L –debe ser–, que fueron aprobadas por la Legislatura.
El 11 de junio, el diputado Pinedo –a quien vi por aquí recién– le dijo a Clarín: El
jefe de Gabinete confió ayer que el gobierno accederá a transferir la red de subterráneos a la
órbita de la jefatura de la Ciudad. ¿Cómo se implementará? Por decreto presidencial o por
proyecto de ley pero de inmediato. 21 y 22 de marzo de 2012 Versión Provisional Pág. 6
Cuando Mauricio Macri realiza su visita a España, en Madrid, dice: Los banqueros
se mostraron muy optimistas ante la posibilidad de realizar inversiones. Me llevo la
promesa de que se van a invertir unos 7.000 millones de euros. Ante esos dichos, le
preguntan: ¿En qué se utilizarán? Y contesta: Principalmente, para una de las principales
promesas de la campaña: la ampliación de la red de subtes.
En el diario La Nación, el 15 de febrero de 2008, expresó: Pensábamos aumentar en
50 por ciento el volumen de la red del subte, que hoy cuenta con 56 kilómetros, y llevarla a
los 95 kilómetros lo más rápido posible: una inversión de 2.500 millones de dólares.
El 2 de julio de 2008, en su gira por China, expuso: Hablamos con Citic Group.
Están interesados en proveer el equipamiento, los vagones, la instalación de las vías y el
sistema de comunicaciones.
En Clarín, el 2 de noviembre de 2011, señaló: Ojalá que este sea el inicio de una
etapa de diálogo y de mayor acercamiento en beneficio de los vecinos. ¿Vieron que le
agarró esta cosa del pastor Giménez? Y continúa Macri diciendo que es para que la Ciudad
y la Nación comiencen a avanzar en una agenda de trabajo común respecto de las
autonomías.
Horacio Rodríguez Larreta dice: “No es el espíritu del proyecto que haya aumentos
tarifarios.”
El 27 de diciembre de 2011 se dice: “Estamos con la enorme vocación de asumir el
compromiso de cargar de tareas a la Nación en un cronograma en el que esperamos
ponernos de acuerdo.”
El 4 de marzo de 2012 se arrepiente del acta firmada y dice: “Insisto, firmé un acta
que dispara un período de trabajo, aun si me hubieran asegurado el dinero que falta…”,
pero faltaba la aprobación de la Legislatura antes del 31 de marzo. La discusión es casi
pueril. Y le dicen al Estado nacional que está compitiendo, discutiendo y peleando. ¡Presten
atención a lo que estamos viendo! Están yendo por responsabilidades que no son propias y
que debemos discutirlas en este ámbito.
Por eso, no acepto lo que dijo el señor senador por Entre Ríos. No acepto varias
cosas que se dijeron, porque no se presta atención a esta clase de cosas.
Dice que el acta sólo efectiviza cosas aprobadas por ley como la fiscalización, el
control y la potestad tarifaria. ¡Pero ya había aumentado el 127 por ciento!
¿En qué situación nos encontramos? Con un Estado que le propone lo que dice la
Constitución a través de su ley, de esa ley de base que el Congreso de la Nación tiene
atribuciones para corregir cuando lo considere oportuno y conveniente. Que se siente y que
discuta ese convenio. Se firmó un 3 de enero y dos días después firma el Decreto 27, por el
que aumenta un 127 por ciento la tarifa del subte. Y obtiene el rechazo de una medida
cautelar, como no se dio nunca, contra 14 millones de usuarios. Además, la discusión la
terminan cortando mediante una ruptura de contrato, artículo 1197 del Código Civil, pacta
sunt servanda. Es decir, “pelito pa´ la vieja”, “corto mano, corto fierro”, y ahí se terminó
todo.
Parece ser que es una discusión de locos. Pero acá debemos venir a debatir lo que
nos corresponde. El acta se firmó y está aprobada. Pero acá no aprobamos el acta sino una
ley que le corresponde al Congreso de la Nación y que, además, de placebo no tiene nada.
Es una responsabilidad que nos es inherente por ser senadores de la Nación. Y como
representantes de las provincias tenemos la obligación de exigir que se cumpla con este tipo
de acciones. No es otra cosa que transferir el subte, tal como se acordó con el jefe de
gobierno de la Ciudad. Por el artículo 104, inciso 3º de la Constitución de la Ciudad 21 y 22 de marzo de 2012 Versión Provisional Pág. 7
Autónoma de Buenos Aires, tiene la responsabilidad de firmar los convenios, y por el 104,
inciso 2º del mismo cuerpo normativo, la representación legal de la Ciudad. Además, en el
marco de la exigencia de la autonomía plena que todos solicitan, tiene la responsabilidad de
llevar las líneas que, desde la discusión de la Ley Nº 24.588, artículo 6º, se definió con toda
claridad que era una potestad exclusiva del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. No hay mucho más para explicar.
Es una discusión concreta, clara y sencilla, en donde el gobierno ha puesto las cosas
en su lugar.
Respecto de los subsidios de las 33 líneas, si se habla de que la tarjeta SUBE se
ocupa exclusivamente de la demanda, quiere decir que se ocupa específicamente de la
demanda; no dice de qué colectivos sino, reitero, de la demanda. Entonces, si yo me subo a
un colectivo, voy a pagar sin subsidio; pero si se sube un trabajador, seguramente, va a
tener el subsidio como se lo tiene en cualquiera de las condiciones; situación más que
importante para analizar qué es lo que se transfiere. Nada. Paradas de colectivos, no otra
cosa, pero ellas están en terrenos de la Ciudad Autónoma. Es decir que no hay nada por
transferir ni nada por reclamar.
En líneas generales, estamos absolutamente convencidos de que hacemos lo que
corresponde en defensa de los derechos de la Ciudad Autónoma y de los derechos del
gobierno nacional, que avanza, como no ha parado nunca, en tomar decisiones en términos
de políticas públicas que benefician a esa autonomía que se reclama permanentemente, pero
que pareciera ser que cuanto más lejos esté, mejor.