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28 de noviembre de 2016
Pagina12 | El país
OPINIÓN
De mentiras, traiciones y gobernabilidades
Por: Mempo Giardinelli
Estos tipos llegaron al poder mintiendo. Hace exactamente un año montaron el mayor fraude ideológico y conceptual de la historia argentina. Con ideas progres falsificadas en discursos frívolos, y prometiendo cambios morales que sí eran necesarios, se metieron por todos los agujeros por donde el kirchnerismo hacía agua. Así estafaron a cierta clase media que estaba socialmente bien pero quería estar mejor. Y a los más pobres les tiraron consignas cretinas de mano dura y la promesa de mantener todas las mejoras sociales del kirchnerismo.
Mintieron a mansalva. Prometieron “pobreza cero” pero han duplicado la que existía. Prometieron fortalecer el mercado interno y las políticas sociales, pero hicieron lo contrario. Prometieron cuidar y crecer el empleo, y mintieron. Prometieron que el pueblo iba a “vivir mejor” y mintieron. Dijeron que les importaban la educación y la ciencia, y mintieron. Juraron que la inflación, que estaba en baja, era fácil de solucionar, y mintieron. Cacarearon con “achicar la grieta” y la agrandan día a día y con violencia. Se llenaron la boca con discursos republicanos de respeto a las instituciones, pero asaltaron la Corte Suprema, exacerbaron a una banda de jueces y fiscales chirolitas, y rebajaron la calidad institucional a niveles de la dictadura.
Mintieron desde antes de ser gobierno, y siguen y van a seguir mintiendo. Y cuando ya no les funcionen las mentiras, como todo indica, mentirán a palos.
Precisamente por eso inquietan, preocupan o espantan (cada lector conjugará el verbo adecuado) ciertas conductas dirigenciales del campo nacional y popular. Dejando de lado los inevitables equilibrios que deben practicar varios gobernadores, que de otro modo estarían literalmente impedidos de gobernar sus provincias, lo que resulta más extraño (por decirlo suave) es la mutación de algunos actores políticos que fueron emblemáticos del kirchnerismo.
No sólo el Sr. Pichetto, desde ya, cuyo rostro de piedra irrita menos que la pasividad de quienes lo mantienen al frente del FpV en el Senado. Tampoco figuras patéticas como el ministro Barañao y algún otro mutante, que los hay. Pero sí cuadros políticos como el también senador Juan Manuel Abal Medina, joven doctorado en Ciencias Políticas que fue jefe de gabinete de CFK durante 23 meses y antes vicejefe en 2008 y 2009 durante la gestión del entonces kirchnerista Sergio Massa. Hijo y homónimo de uno de los hombres de mayor confianza de Perón que luego se exilió en México y hoy es asesor del hombre más rico del mundo, el multimillonario Carlos Slim, este joven senador fue un objetivo aliado de la macrista intención de voto electrónico.
Igualmente extrañas, y cuestionables, son algunas recientes actitudes y declaraciones de encumbrados dirigentes del Movimiento Evita como Carlos “Chino” Navarro y Emilio Pérsico. El artículo de ayer de Horacio Verbitsky en estas páginas fue más que sugerente al respecto: por un lado, Pérsico reivindica posibles acuerdos con el macrismo para asegurar gobernabilidad; por el otro Navarro argumenta que “si Macri se cae esto gira más a la derecha aún, porque esto no es el ajuste de Espert, ni de Sturzenegger”, para concluir que tal ajuste “ha sido limitado”.
Hasta acá esta columna se resiste a creerlo, pero en todos los mentideros de la política argentina es un secreto a voces que el Evita está en negociaciones preelectorales con el dizque renovadorismo del Sr. Massa.
Se sabe que dentro del campo popular son muy mal vistas, y con razón, las definiciones que más que aclarar oscurecen. Cuando se bosteza es porque se tiene sueño, y eso se nota. Como los acuerdos la semana pasada de dos ministros talibanes como Carolina Stanley y Jorge Triacca con movimientos de la así llamada “Asociación de Trabajadores de la Economía Popular” (representada por Esteban Castro), la Corriente Clasista Combativa (Juan Carlos Alderete), Barrios de Pie (Daniel Menéndez) y también el Mocase, Los Pibes de La Boca, La Dignidad, La Poderosa y el Evita. Procuran una “ley de emergencia social” extensible hasta el final del gobierno macrista, que, de hecho, legalizaría la ominosa división entre trabajadores efectivos y precarios –de primera y de segunda clase– que produce y profundiza el neoliberalismo.
Resulta curioso entonces que la alianza gobernante –cada vez más débil y cuestionada por su afán de demolición, y jugada a fondo en favor de minorías de ricos y prebendarios– justo ahora que ha sufrido una derrota importantísima con el rechazo al voto electrónico, de hecho y con este tipo de discursos y acuerdos resulta ayudada por dirigencias de arraigo y trayectoria popular.
La gobernabilidad es un viejo cuento posibilista que, en los hechos, siempre ha camaleonizado a dirigentes y legisladores de todas las oposiciones. Por ambiciones sectoriales o personales, o por dudosas moralidades, es incontable el repertorio de acuerdos políticos por debajo de las mesas. Siempre ha habido, y habrá, dirigentes o grupos populares negociadores, buenistas, posibilistas o retóricamente duros pero fácticamente blandos. Ahí está, como vergonzoso botón de muestra, la actual tregua de la CGT.
No hay virtud dialoguista ni interés patriótico en “ayudar” a la gobernabilidad del adversario cuando se trata de gobiernos mentirosos, explotadores y corruptos. Con ellos todos los pactos son espurios y de resultados contrarios a los intereses populares. Y aquí y ahora lo único que le interesa al macrismo es durar, seguir favoreciendo a los ricos y corromper con tal de imponer su misión fundamental: la destrucción del peronismo, el kirchnerismo, el radicalismo y el socialismo populares, para así arrasar con la dignidad del pueblo trabajador.
https://www.pagina12.com.ar/5711-de-mentiras-traiciones-y-gobernabilidades
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28 de noviembre de 2016
Pagina12 | El país
CENSURAN LA PROMESA DE ABSTENERSE DEL CONFLICTO SOCIAL
Conciliación y manoteo
El Acta negociada bajo inspiración papal por el Movimiento Evita y el gobierno incluía un canje de beneficios por paz social hasta 2019. Provocó conflicto interno y fue mutilado en la solicitada. Los incumplidores seriales del gobierno prueban su propia medicina.
El último párrafo del Acta Acuerdo obliga a los movimientos sociales a no participar en conflictos durante los tres años que restan al mandato de Macrì.El último párrafo del Acta Acuerdo obliga a los movimientos sociales a no participar en conflictos durante los tres años que restan al mandato de Macrì.
Por: Horacio Verbitsky
En una solicitada que se publicó ayer en este diario con el título “Emergencia Social”, medio centenar de organizaciones de todo el país transcriben el Acta Acuerdo firmada el miércoles 23 en el salón Parodi del Congreso con los ministros Carolina Stanley y Jorge Triacca (h). En realidad no toda el Acta Acuerdo, ya que la solicitada enumera las concesiones arrancadas al gobierno nacional pero omite la contraprestación a que se obligaron los firmantes.
En el punto 7.a el Acta indica que el proyecto de ley que acuerdan ambas partes extenderá la emergencia social hasta el 31 de diciembre de 2019. El último punto del Acta, que no figura en la solicitada y que se reproduce en facsímil en esta página, dice que mientras rija la emergencia, es decir por todo lo que resta del mandato presidencial de Maurizio Macrì y las primeras tres semanas de quien lo suceda, “habiendo alcanzado un acuerdo de este modo las organizaciones presentes con la finalidad de colaborar en la conciliación aquí alcanzada se abstendrán de cualquier situación conflictiva, cualquiera sea su naturaleza. Dicha obligación alcanza a las partes firmantes del acuerdo con la representación que ostentan, y estas se obligan en su propio nombre y en el de sus representados”.
La Conciliación es un vocablo con historia en la política moderna. Así se le llamó a los tratados de Letrán que la Iglesia Católica conducida por el papa Achille Ratti firmó en 1929 con Benito Mussolini, por los cuales se creó el estado Vaticano y se acordó una enorme compensación económica a la monarquía confesional por la pérdida de los estados pontificios, que los papas gobernaron durante los once siglos previos. Pío XI fue llamado el Papa de la Conciliación y en la década siguiente se abrió con ese nombre una avenida que une Italia con el Vaticano. Los tratados de Letrán no se aplicaron sin sobresaltos y obligaron a constantes renegociaciones entre la Iglesia y Mussolini, quien sólo aceptaba una adhesión incondicional. Es difícil atribuir a la casualidad la reaparición de este vocablo para un acuerdo que fue impulsado desde aquel minúsculo estado de 44 hectáreas por el Papa Bergoglio, cuya exhortación apostólica Evangelii Gaudium recoge cuatro principios: (ver tabla 1).
La idea de que “la unidad es superior al conflicto” reaparece en la encíclica Lumen Fidei, donde también postula “la cultura del encuentro”. Estas definiciones que han orientado la práctica de Bergoglio desde sus tiempos como provincial de la Compañía de Jesús en la Argentina, explican alguna de sus diferencias con Orlando Yorio y Francisco Jalics, quienes seguían los preceptos de la teología de la liberación. Es notable que ese programa de unidad, conciliación y pragmatismo haya sido predicado ante hombres de negocios por el primer obispo designado por el Papa, Víctor Manuel Fernández, el dador intelectual en el que descansa Bergoglio, de Aparecida en adelante.
La censura de ese párrafo fundamental es coherente con la tradición eclesiástica y en particular con el hábito de Bergoglio de mutilar documentos para que no sea evidente la complicidad con los momentos más negros de la historia argentina. Negro sotana, para mayor precisión.
Este no es el único espejismo que contiene el Acta. Los firmantes son la Asociación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Corriente Clasista Combativa y Barrios de Pie, representadas por Esteban Castro, Juan Carlos Alderete y Daniel Menéndez. En cambio, no aparecen los principales impulsores y partícipes de la negociación: el Movimiento de Trabajadores Excluídos (MTE), que conduce el consejero pontificio Juan Grabois, y el Movimiento Evita. La CTEP es la organización paraguas que cubre a muchas otras, entre ellas el MTE y el Evita. Además El Gringo Castro que preside la CTEP, es miembro del Evita, cuyos dirigentes Emilio Pérsico y Fernando Navarro tradujeron al lenguaje terrenal las definiciones papales, en el reportaje con la revista Crisis. Allí Navarro dijo que “yo quiero sacarle todo lo que pueda [al gobierno]. Y para eso tengo que estar cerca, le manoteo, le saco”. Esto permite “acumular, crecer, para tratar de ganarles”. Pérsico reivindicó como un objetivo legítimo que los acuerdos con el Poder Ejecutivo aseguren gobernabilidad y Navarro expuso que “si Macrì se cae esto gira más a la derecha aún”. Si ese giro a la derecha se produce como consecuencia de una crisis, el capitalismo salvaje intentará legitimar con ayuda de los medios “la represión que puede venir”. En una sociedad cuya mayoría “avala a aquel que mata en defensa del auto, la guita, la propiedad”, Navarro sostiene que el enfrentamiento es una trampa, porque entonces “vamos a perder en serio”, dado que “todas las crisis las paga el pueblo”. Proponen una alternativa en tres pasos: 1. dejar de retroceder, 2. paliar la urgencia, y 3. construir unidad, para “ganarles en el marco de la democracia y las elecciones”. Sin que se lo preguntaran, Navarro añadió que Massa no los expresa “pero tampoco negamos la realidad del pueblo argentino. Trataremos de hacerlo con el mejor candidato”. Más explícito aún fue el líder opoficialista Miguel Pichetto, para quien si Massa gana en 2017 en Buenos Aires, podrá encabezar la fórmula del peronismo en 2019. Pérsico cree que sin las movilizaciones de los movimientos sociales y su confluencia con la CGT “la situación sería mucho peor y más explosiva” y afirma que es más fácil encontrar respuestas a partir de una representación institucionalizada del conflicto, “no desde la anarquía o el quilombo”. ¿Más de quince años de construcción política sobre la base del conflicto y su expresión en las calles pueden borrarse con cinco líneas de un acta de inspiración eclesial sin desatar un serio conflicto de identidad?
La solicitada se cierra con cuatro palabras que parecen acuñadas en otro molde cultural: “¡Hasta la victoria, Fidel!”, y que dan una idea de las contradicciones internas en el heterogéneo grupo de organizaciones que la firman, entre las cuales el compromiso de abstenerse “de cualquier situación conflictiva, cualquiera sea su naturaleza”, durante los próximos 37 meses produjo, justamente, conflicto. Varios integrantes de la CTEP (como La Dignidad, que dio vida a una corriente feminista laica en su interior y que participó de #Niunamenos), no consienten esos propósitos apaciguadores. Eso explica que la obligación asumida haya desaparecido de la solicitada y que se estén explorando las vías para que tampoco forme parte del proyecto de ley de emergencia social que están redactando dos dirigentes del Movimiento Evita, el autor del proyecto original, Juan Manuel Abal Medina, y el diputado Leonardo Grosso, de estimable trayectoria en la campaña contra la violencia institucional, quienes mantienen contacto con Nicolás Massot, quien preside el bloque de PRO en la Cámara de Diputados. Esta semana el Evita enviará a sus bases un instructivo sobre los beneficios de la ley, que esperan sea sancionada por las dos cámaras del Congreso el 14 o el 21 de diciembre. El gobierno que prometió no devaluar, no despedir y eliminar el impuesto a las ganancias no tiene autoridad para indignarse si los representantes sociales le pagan con la misma moneda y borran con el codo lo que firmaron con la mano.
https://www.pagina12.com.ar/5708-por-horacio-verbitsky-conciliacion-y-manoteo
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Habiendo alcanzado un acuerdo de este modo, las organizaciones presentes con la finalidad de colaborar en la conciliación aquí alcanzada, se abstendrán de cualquier situación conflictiva, cualquiera sea su naturaleza. Dicha obligación alcanza a las partes firmantes, de acuerdo con la representación que ostentan, y estas se obligan en su propio nombre y en el de sus representados.
En Buenos Aires a los 23 días del mes de noviembre de 2016, se firman los tres ejemplares..."
Los derechos se conquistan y se defienden en la calle
MOVIMIENTO EVITA·LUNES, 28 DE NOVIEMBRE DE 2016
El acuerdo firmado por la Emergencia Social es solo un primer paso, un piso de derechos logrado por y para los trabajadores y trabajadoras de la Economía Popular. Por supuesto que falta mucho aún, pero la lucha sigue.
Lamentamos la errónea interpretación que se realizó sobre uno de los puntos del Acta Acuerdo firmado por las organizaciones sociales en referencia a la Emergencia Social.
El mismo solo refiere a que por haber conseguido el objetivo de poner en tratamiento la Ley, se levantaban todas las actividades (ollas populares, movilizaciones, asambleas) planificadas a fin de apoyar el debate de la ley en el Congreso que se iba a realizar en la sesión especial del jueves 24 pedida por todos los bloques opositores.
Bajo ningún punto de vista se acordó no realizar manifestaciones hasta que termine el mandato de la actual gestión. Ni hasta ninguna fecha en particular.
Esto, además, queda demostrado por los hechos de los últimos días:
El día 25 de noviembre el Frente de Mujeres del Movimiento Evita junto a CTEP movilizó al Ministerio de Trabajo y al Ministerio de Salud en el marco del Día Internacional Contra la Violencia hacia las Mujeres y bajo las consignas #ElAjusteEsViolencia, #NIUnaMenos, #VivasYLibresNosQueremos. Movilización que tuvo su réplica en todas las provincias.
El domingo de la semana pasada la CTEP frenó un intento de desalojo en Parque Patricios. Más de 300 trabajadores y trabajadoras de la feria de Almafuerte y Los Patos sufrieron la sorpresiva y confusa intervención de las fuerzas de seguridad que el domingo pasado se acercaron al lugar con la voluntad de desalojarnos sin una orden formal, aduciendo una llamada telefónica del fiscal de turno Dr. Ponce. Uno de los tantos intentos de desalojo que sufren manteros y feriantes en la ciudad de Buenos Aires.
Hoy, en Misiones, los tabacaleros realizaron 5 cortes de ruta en toda la provincia, logrando el compromiso de pago requerido, con un acta firmada por el ministro y los gremios.
El próximo 30 de noviembre, la CTEP Córdoba, movilizará para pedir la declaración de la Emergencia Social en dicha provincia.
Y así, en la calle, con la unidad de los trabajadores, seguiremos defendiendo las conquistas y reclamando derechos como lo venimos haciendo durante todo este año.
#EmergenciaSocialYA
#UnidosPorLaJusticiaSocial
#UnidadDeLosTrabajadores
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