Lo que circula por los medios

Registro de una época...
Powered By Blogger

20 de junio de 2017

Un mal que dura cien años...







20 de junio de 2017 · Actualizado hace 3 hs
El Gobierno colocó un bono en dólares a cien años, con un rendimiento del 7,9 por ciento
Deuda para que paguen veintiséis presidentes
La emisión de un título a un siglo es algo inédito para la Argentina. La colocación por 2750 millones de dólares se realizó a una tasa de interés muy superior a la de otros países. La extensión del plazo no permitió bajar el costo.
Por Tomás Lukin
Luis Caputo, ministro de Finanzas, celebró la operación como una muestra de “confianza y credibilidad”.
Luis Caputo, ministro de Finanzas, celebró la operación como una muestra de “confianza y credibilidad”.
Imagen: AFP
La liberalización de los movimientos de capitales y la desregulación cambiaria que tuvieron lugar en diciembre 2015 fueron la piedra basal para el ciclo de endeudamiento externo iniciado con el pago a los fondos buitre. Desde entonces el Gobierno de Mauricio Macri entregó deuda en moneda extranjera para todos los paladares. Entre los bonos ofrecidos al mercado hubo colocaciones en dólares, euros y francos suizos con plazos de entre 3 y 30 años. Las tasas de interés pagadas no mostraron las bajas prometidas y la economía no despegó pero Argentina se convirtió en el país emergente que más deuda en moneda extranjera emitió en los últimos 18 meses. El Ministerio de Finanzas decidió coronar el proceso de reinserción plena en los mercados financieros internacionales con el lanzamiento de un título en dólares a 100 años. La operación a cargo del cuarteto compuesto por HSBC, Citigroup, Santander y Nomura permitió captar ayer 2750 millones de dólares, aunque los bancos extranjeros recibieron órdenes de compra por una suma cercana a los 10.000 millones de dólares. “Una emisión de este tipo es posible gracias a que logramos recuperar la credibilidad y la confianza del mundo en Argentina y en el futuro de nuestra economía”, celebró el ministro de Finanzas, Luis Caputo. Ni la credibilidad ni la confianza permitieron una reducción significativa en el costo del financiamiento. Los bonos centenarios tienen un cupón de interés de 7,125 por ciento anual y, como los títulos se vendieron por debajo de su valor nominal, el rendimiento asciende a 7,9 por ciento.

LEER MÁS
Rechazo generalizado de economistas, de izquierda a derecha | “Hay que revisar esta emisión”
Por Federico Kucher
La emisión de un bono a cien años era algo inédito hasta ahora en Argentina. El título terminará de pagarse en 2117. Quiere decir que, si no se modifica la Constitución o no hay una recompra anticipada, habrán transcurrido 26 mandatos presidenciales cuando ese pasivo se cancele de manera definitiva. Asumiendo que las fronteras y finanzas europeas se mantengan inalteradas, Irlanda y Bélgica habrán cancelado el año anterior sus respectivas colocaciones en euros. Las emisiones realizadas por esos países el año pasado fueron simbólicas: 100 millones de euros con tasas de interés del 2,3 por ciento. Quien también terminará de abonar sus bonos centenarios en 2116 es México, que tomó 1500 millones de euros pagando tasas inferiores al 5 por ciento. “Estamos más cerca de países normales como Bélgica o México que de Venezuela, con quien el gobierno anterior solía endeudarse a 5 años y a tasas de un 15 por ciento. Es un sello de confianza no sólo en esta administración sino también en el futuro del país”, enfatizó el ministro de Finanzas, para quien el endeudamiento externo es una condición necesaria para crecer y generar empleo. A pesar del entusiasmo oficial, la exitosa reinserción del país en el mercado financiero internacional no solo no ofreció esos resultados sino que los fondos obtenidos fueron utilizados para financiar la fuga de capitales y la remisión de utilidades en el marco de una asfaltada y bien señalizada bicisenda financiera. La medida recibió duros cuestionamientos de todo el arco opositor e incluso de economistas del establishment (ver aparte).

PUBLICIDAD

Una descripción más precisa sobre el origen y los objetivos de la operación provino desde una de las entidades colocadoras. El Jefe Global del Debt Syndicate del HSBC, Adam Bothamley, indicó ayer que la operación fue ofrecida al gobierno argentino por los bancos al tiempo que consideró que la colocación “no es tanto sobre un título a 100 años, es una forma de expresar con fuerza la trayectoria de la historia a los inversores”. Es el broche de oro para el abandono de la política de desendeudamiento, una herencia que facilita al proceso iniciado el año pasado.

El regreso estelar de la Argentina a los mercados financieros internacionales podría registrar hoy un nuevo hito. El ministro Caputo está convencido que Morgan Stanley mejorará el status del mercado bursátil local, que pasará de ser considerado “fronterizo” a “emergente”, incentivando mayores flujos de capitales hacia activos locales.

Durante una conversación que mantuvo con periodistas acreditados en el Palacio de Hacienda, el jefe de gabinete de Finanzas, Pablo Quirno, desestimó los cuestionamientos a la operación al sostener que “uno toma las decisiones con la información del momento, ya que con el diario del lunes todo sería más fácil”. En el caso de la deuda externa, la “información del momento” excede a la que muestran las pantallas Bloomberg utilizadas por los operadores del mercado. Los datos históricos son contundentes: los ciclos de endeudamiento externo como el que caracterizó a la Argentina entre 1976-2001 no tuvieron un correlato con procesos de desarrollo económico, ampliación de la capacidad productiva y mejoras sostenidas de las infraestructuras. En cambio, incrementaron la vulnerabilidad externa, generaron nuevas fuentes de volatilidad macroeconómica, tensionaron las cuentas públicas y profundizaron los problemas en la balanza de pagos. Tomar deuda en sí no es malo, el problema es el uso que se da a esos flujos.

@TomásLukin

https://www.pagina12.com.ar/45247-deuda-para-que-paguen-veintiseis-presidentes


20 de junio de 2017 · Actualizado hace 15 hs
Opinión
La deuda eterna
Por Alfredo Zaiat
La cuenta oficial de Twitter del Ministerio de la Deuda, que en el organigrama oficial figura de Finanzas, informó que “Argentina anuncia una emisión de bonos en dólares a 100 años de plazo”. Si esta operación forma parte de la estrategia de marketing permanente de la Segunda Alianza, en este caso para mostrar que existe confianza del mercado financiero internacional en el futuro del país porque gobierna una fuerza de derecha, el costo de ese aviso de campaña es fenomenal. La tasa de interés es altísima, el plazo es extensísimo y la moneda de emisión del bono no es la propia. El gobierno de Macri no sólo ha colocado deuda por casi 100 mil millones de dólares en casi veinte meses de gestión, iniciando el tercer gran ciclo de endeudamiento argentino a un ritmo más veloz que el anterior que comenzó con la dictadura militar de 1976, sino que vino a ratificar que la deuda será eterna.

La tasa que se dejó trascender era del 8,25 por ciento anual, para finalmente pactarla en 7,125 por ciento. Como la colocación fue bajo la par, la tasa implícita subió a 7,90 por ciento anual. Ese será el costo que deberá pagar Argentina en cada año de los próximo cien por la emisión de deuda por 2750 millones de dólares. El ministro Luis Caputo, ex Deutsche Bank y JP Morgan, concretó la operación financiera más rentable para…los grandes fondos de inversión internacional. Es una tasa ruinosa para el país, al comprometer las finanzas nacionales a pagar intereses muy altos en un plazo ultralargo. Otro país latinoamericano que colocó deuda a 100 años fue México, consiguiendo una tasa de 5,75 por ciento anual. En Europa varios países han emitido ese tipo de títulos a tasas que no superan el 3 por ciento anual. Francia, Bélgica, Irlanda, Suiza, Italia han salido al mercado financiero con bonos a 50 y 100 años. Irlanda y Bélgica se han comprometido a pagar una tasa de 2,35 por ciento anual en papeles a 100 años. Caputo acordó con los bancos una tasa muy lejos de esos parámetros.

PUBLICIDAD

Los expertos en finanzas explican que la tasa de interés que debe definir un país soberano en la emisión de deuda tiene que ser igual o menor a la tasa de crecimiento esperada de su economía. De ese modo se afirma que la deuda es sustentable en el tiempo. Es evidente que no lo es la emisión de deuda pactada en secreto entre Caputo y bancos internacionales.

Los demandantes privilegiados de esos bonos son fondos de pensión que buscan elevadas rentabilidades por plazos larguísimos. Es un negocio diseñado para esos administradores del dinero de trabajadores esperanzados de obtener una jubilación decente en la etapa laboral pasiva. La dimensión del negocio es tan rentable para los financistas –no para Argentina– que según operadores de la city, luego de difundirse la noticia, en apenas una hora, se habrían generado órdenes de compra por más de 3000 millones de dólares, para sumar en total 10.000. Los bancos encargados de colocar la deuda eterna argentina fueron el Citi, HSBC, Santander y Nomura.

El gobierno de Macri había asegurado que una rápida solución al conflicto con los fondos buitre derivaría en la apertura del mercado de capitales y una baja sustancial de la tasa de interés. Sólo se verificó lo primero, que era lo único que le interesaba a los financistas. Argentina sigue pagando una tasa muy alta en comparación con otros países latinoamericanos, la misma situación previa a la capitulación a los pies de los fondos buitre en el tribunal del juez Thomas Griesa.

El festival de deuda desatado por la Alianza Cambiemos deberá ser revisada a futuro, no sólo por la emisión de un bono a un plazo ultralargo eludiendo la opinión del Congreso como exige la Constitución Nacional, sino por haber pactado tasas de interés muy onerosas que limitarán la soberanía y condicionarán los escasos márgenes de autonomía de la política económica. El gobierno de Macri no durará 100 años pero ya está dejando su herencia ruinosa para el país: la deuda eterna.

https://www.pagina12.com.ar/45251-la-deuda-eterna

0 comentarios:

Blog Archive